Los empresarios han puesto, una vez más, el grito en el cielo por culpa de los Presupuestos Generales del Estado de Pedro Sánchez y sus socios. ¿La última en la frente? El anuncio, de tapadillo, de una subida de las bases máximas de cotización durante una comparecencia del presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), José Luis Escrivá, en la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados.
El Gobierno de Sánchez prevé un aumento de las bases máximas de cotización de hasta un 12%. ¿Y qué son las bases máximas de cotización? La referencia que toma la Seguridad Social para calcular cuánto deben pagar trabajadores y empresarios. Aunque se corresponde con el sueldo del empleado, tiene mínimos y máximos. Este año la mínima se situó en 858,60 euros al mes y en 3.803,70 por arriba.
Desde la CEOE, en todo caso, van a ser cautos y esperar a que lo anunciado a AIReF se concrete. Lo que no quiere decir que no estén preocupados. Porque han calculado que la subida de los topes implicará un coste para los empresarios, en función de si hablamos de una subida del 10% o del 12%, de 1.761 euros o de 1.300 euros al año, respectivamente.
Al trabajador el golpe le resulta algo menos doloroso: entre 215 y 260 euros al año. Pero reactiva el debate sobre hasta qué punto las medidas fiscales de Sánchez y sus socios tienen un impacto directo sobre las clases medias.
¿Por qué hay máximos en las cotizaciones? Porque como las pensiones dependen de la cotización, cuanto más aporten los empleados más derechos acumulan de cara a cobrar las pensiones futuras y de otro tipo.
El problema de que el Gobierno suba las bases máximas de cotización, obligando a trabajadores y empresas a pagar más a la Seguridad Social, es que no está claro a cambio de qué, porque las pensiones máximas no se están revalorizando al mismo ritmo que las bases máximas de cotización. En otros aspectos, como bajas de maternidad o de paternidad, implicará el pago de mayores cantidades durante el transcurso de las mismas.
Ingresos adicionales
La subida de las bases máximas está siendo un recurso habitual para obtener ingresos adicionales desde 2011. La de las mínimas se explica por la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que ha ido subiendo progresivamente durante los últimos años, pero las máximas también fueron un recurso recaudatorio del Ejecutivo de Mariano Rajoy.
Si en 2011 estaban en algo más de 3.200 euros y ahora están situadas en algo más de 3.800 euros, con la nueva subida se pondrán en el entorno de 4.200 euros. Y los empresarios se llevan la peor parte.
La CEOE recuerda que "son los empresarios españoles quienes pagan más por cotizaciones a la Seguridad Social en la Unión Europea, tanto en porcentaje del PIB como en porcentaje de la recaudación impositiva". La media europea no supera el 8% en términos de PIB, apunta, y el 20% en términos de recaudación, mientras que en España, "la primera ratio se sitúa en el 8,2% y la segunda en el 24,7%".