Bankia prefiere ser cauta en torno al futuro del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados. El próximo lunes el Supremo decidirá si el conocido como impuesto a las hipotecas debe pagarlo el banco o el cliente; sin embargo, la entidad confía “en que se mire hacia adelante y no haya un efecto de retroactividad”.
Palabras del consejero delegado de Bankia, José Sevilla, para quien “durante 23 años tanto clientes como bancos hemos hecho lo que marcaba la Ley”. También ha explicado que no tienen hecho un cálculo de cuánto podría costar si hubiera retroactividad, aunque sí “debe quedar clara” cómo se aplicará la normativa.
Según Sevilla, “lo que ocurra dictará los precios del mercado”, y eso es lo que dirá también si los bancos deciden o no repercutir los costes del impuesto a los clientes si, finalmente, les toca pagar. No obstante, el consejero de Bankia estima que todo dependerá “de la competencia, aunque debería tener un efecto neutro” dado que es algo que ya se incorpora en las operaciones hipotecarias.
Nuevas provisiones
Si el escenario que baraja Bankia se cumple no necesitará llevar a cabo nuevas provisiones. Lo que sí ha dicho el consejero delegado es que aquellos clientes que se pueden permitir retrasar la firma de su hipoteca lo están haciendo para tener toda la información necesaria.
El objetivo ahora es consolidar el progreso del plan de reestructuración iniciado tras la integración de BMN. Para ello se va a acelerar su aplicación para llevarlo a cabo antes de que acabe el 2019. De este modo, se lograrían consolidar los 190 millones que están estimados en sinergias tras todo el proceso.
Sevilla asume que el descenso del precio de la acción es algo que preocupa, aunque lo enmarca en el contexto tan “difícil” que se vive en el sector en los últimos meses en Bolsa. Por tanto, considera que no es buen momento para que el Estado proceda a desinvertir en Bankia.
“La estrategia de esperar a que mejore el mercado y suba la acción tiene sentido”, sobre todo si “somos capaces de cumplir con el plan estratégico”. En cualquier caso, el CEO de Bankia no ha querido referirse a la posibilidad de que el Gobierno pueda alargar el plazo de desinversión, previsto para el año que viene.