El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, asegura que si el próximo 5 de noviembre el Tribunal Supremo confirma que es el banco y no el cliente el que debe abonar el impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD) de las hipotecas, la entidad lo pagará ¿a partir de ese momento¿, dejando entrever que rechazan la posibilidad de que la medida se aplique con retroactividad. ¿Los bancos y los clientes hemos hecho lo que marcaba la ley durante los últimos 23 años y, si el Supremo decide cambiar esta práctica, lo normal es que lo haga hacia adelante¿. No debería, continuó, ¿implicar ningún tipo de penalización a pasado¿.
Durante la presentación de resultados de Bankia, Sevilla se ha querido desmarcar de otros banqueros que sí han asegurado que el pago de este impuesto se trasladaría al cliente. El directivo ha dejado entrever que solo cambiarán las condiciones de sus hipotecas dependiendo de lo que hagan otras entidades, al asegurar que¿la competencia será la que al final dicte los precios del mercado hipotecario¿, aclarando que cualquier movimiento en los precios es "difícil de prever" por ahora.
El consejero delegado de Bankia reconoce que en estos días de incertidumbre tras el fallo del Supremo sí se ha notado una ralentización en la firma de hipotecas, aunque no así en la petición de nuevos préstamos.
Respecto a la nueva ley hipotecaria, Sevilla ha expresado su deseo de que se apruebe pronto, ya que considera que el proceso se está alargando "más tiempo del razonable". En cualquier caso, ha reclamado que sea una ley clara y que defina unas reglas del juego claras y transparentes. "Que esa incertidumbre que ahora parece que se está produciendo en el mundo de las hipotecas se reduzca al máximo posible y que tengamos unas reglas del juego claras para todos", ha reclamado.
RETRASO EN EL PROCESO DE PRIVATIZACIÓN
En una sesión marcada por una fuerte caída en las acciones de Bankia, alejándose de los 3 euros, Sevilla ha reconocido que "no es el mejor momento para llevar a cabo un proceso de privatización". En este sentido, considera que la estrategia de esperar más allá de finales de 2019, fecha límite para la privatización de la entidad, tendría sentido en el contexto actual, aunque ha dejado claro que "es el Estado quien debe decidirlo". "Si somos capaces de ir haciendo la entrega de beneficios y cumpliendo con el plan estratégico, la acción rebotará", asegura.
Sin embargo, desde la entidad reconocen que este será un objetivo de difícil cumplimiento, reconociendo incluso que podrían producirse variaciones en los compromisos del Plan Estratégico de la entidad, sobre todo en el apartado del margen financiero, "que va con algo de retraso respecto a lo marcado, ya que mantenemos una política muy conservadora en lo que se refiere a los perfiles y los tipos de interés". Sevilla confía en que el margen financiero de la entidad mejore en el cuarto trimestre respecto al tercero, "ya que no tendremos el efecto negativo de las carteras de bonos y nos beneficiaremos del Euríbor y los saldos crediticios".
Leopoldo Alvear, director financiero de Bankia, reconoce la preocupación por la evolución de Bankia en bolsa, que pierde casi un 30% en el año, así como por la presión de los bajistas sobre el valor. Recuerda que "la incertidumbre de los inversores está ligada ahora al impacto del AJD si finalmente tiene caracter retroactivo, pero esto afecta a todo el sector". Según señala, el índice que agrupa a la banca europea acumula caídas del 25% en lo que va de año. "Los inversores están muy infraponderados en el sector respecto al momento en el que se esperaba una subida de tipos para este año pero, normalmente, cuando se producen salidas tan fuertes de fondos, la fuerza con la que entran cuando se producen noticias positivas es la misma", insiste.
Sevilla coincide en que el castigo a Bankia, y al resto del sector en bolsa, se debe a que "el mercado está descartando un retraso de un año en cuanto a la evolución de los tipos de interés", insistiendo en que los tipos bajos no solo perjudican al negocio bancario. "La situación de los tipos de interés reales es un desincentivo para el ahorro", señala.
Bankia, que mantuvo estable un beneficio neto atribuido de 744 millones de euros entre enero y septiembre de 2018, no descarta continuar con el proceso de ajuste emprendido hace años, con el cierre de las oficinas con perfiles de rentabilidad más bajo. "Lo normal es que el canal de oficinas pierda peso en favor de la relación digital. No esperamos volúmenes de cierres significativos, pero habrá movimientos", ha insistido Sevilla.