La firma ha decidido realizar este recorte en la nota de GE como consecuencia del deterioro de su negocio de generación eléctrica, algo que para Moody's tendrá un impacto "adverso" en el flujo de caja de la compañía estadounidense.
"El rendimiento peor de lo esperado de la división de generación eléctrica de GE no es solo atribuible a una caída en la demanda del mercado y a una mayor competencia, sino también al mal juicio de GE sobre las perspectivas financieras y a los errores operativos", ha apostillado la firma de calificación.
El deterioro de esta división de GE hará que, en opinión de Moody's, el flujo de caja en 2018 de la compañía sea "muy débil" a pesar de que el rendimiento de las divisiones de aviación y de salud sean "buenos". Asimismo, la firma estima que estos problemas se extenderán hasta 2019, como consecuencia de que la demanda de turbinas de gas se mantendrá "baja" y de que la cuota de mercado de GE está "bajo presión".
Moody's ha explicado que ha decidido otorgar a la empresa una perspectiva 'estable' debido a que estima que la firma será capaz de lidiar con los problemas que tiene actualmente. La agencia ha señalado que GE todavía cuenta con activos que puede monetizar, como el 62,5% del capital social de Baker Hughes que está en su poder.
En caso de que la compañía eléctrica no sea capaz de frenar el deterioro de su división problemática, Moody's ha alertado de que considerará otra rebaja en su nota crediticia.