Si a un poder adquisitivo bajo y al empleo precario se suma la continua subida de los precios, el resultado es sencillo: los jóvenes se alejan de la vivienda. Una decisión que, pese a lo que podría pensarse, no está afectando a las decisiones de compra -que se mantienen estables-, sino al mercado del alquiler.
Así se desprende del informe elaborado por Fotocasa, titulado Los jóvenes y su relación con la vivienda, que pone sobre la mesa datos preocupantes para el sector. No en vano, según este estudio, el porcentaje de jóvenes que participa en el mercado inmobiliario ha pasado del 38% al 29% en un año.
El mercado del alquiler es, sin duda, uno de los grandes afectados. Tal y como registra el informe del portal inmobiliario, si en 2017 un 28% de jóvenes alquiló o intentó alquilar una vivienda, en 2018 esta cifra baja hasta el 17%. La compra, por su parte, se mantiene un porcentaje cercano al 12%.
Subidas ininterrumpidas
"Llevamos registrando subidas ininterrumpidas en el precio medio del alquiler durante tres años y medio. El año 2017 se cerró con la mayor subida interanual (9%) de todo nuestro histórico y en 2018 se han superado en varias ciudades y capitales de provincia los precios máximos registrados durante el boom", apunta Beatriz Toribio, directora de Estudios de Fotocasa.
Una subida de precios que está haciendo saltar las alarmas. Según recoge Fotocasa, un 47% de los jóvenes activos en el mercado inmobiliario cree que estamos próximos a una nueva burbuja. En 2017 ese porcentaje era del 32%.
Para esta experta, a pesar de que el alquiler es la principal vía de acceso de los jóvenes a una vivienda, el fuerte encarecimiento de los precios está "retrayendo su participación en este mercado", explica Toribio.
No obstante, el informe detecta diferencias según la edad. Por un lado, los más jóvenes, de 18 a 24 años, reducen su actividad en el mercado: retrasan su emancipación. Por otro, el segmento de 25 a 34 años vuelve a poner el foco en la compra y las viejas ideas en favor de la propiedad frente al alquiler "recuperan vigencia en su mentalidad", recoge el informe.
No son los únicos que vuelven a este pensamiento. Según la OCU, el 80% de los españoles prefiere comprar una vivienda que alquilarla. Así, apunta Fotocasa, el 66% de los menores de 35 años activos en el mercado creen que, con los precios actuales, compensa más pagar una hipoteca que un alquiler.
La hipoteca, casi ineludible
Sin embargo, esto no significa que los jóvenes no necesiten recurrir a financiación bancaria para comprar. Como recoge Fotocasa, el 82% de los jóvenes que compraron vivienda necesita hipotecarse, frente al 78% de 2017.
"Se apunta cierto descenso del porcentaje de jóvenes compradores que no necesita hipotecarse, este viene dado, fundamentalmente por la caída de los que podían adquirir un inmueble sólo con la ayuda de familiares", recoge el informe. Así, hace un año eran el 12% y hoy son el 7%.
“Está muy extendida la idea de que los jóvenes no quieren comprar, pero diferentes estudios que hemos realizado en los últimos años reflejan que sí quieren hacerlo, pero posponen esa idea en el tiempo debido a las dificultades con las que se encuentran", explica Toribio.
De hecho, según los datos del informe, del total de jóvenes que interactuaron con el mercado del alquiler en el último año, un 47% se plantea la compra a corto o medio plazo, y un 41% no descarta hacerlo a largo plazo.
"Que alguien de 25 o 35 años pueda permitirse comprar es un reto. Es un asunto de tremenda importancia", reclamaba Juan Fernández-Aceytuno, consejero delegado de Sociedad de Tasación. Para este experto, parece que el mercado "va bien cuando sube la vivienda, pero todo lo contrario"
Los jóvenes se quedan fuera
"El precio es el principal freno con el que se encuentran tanto en el mercado de la compra como de alquiler", dice Toribio, que añade: "En un contexto de precariedad laboral y bajos sueldos es muy difícil hacer frente a repuntes del precio de la vivienda en venta de más del 10% como estamos detectando en Madrid, Cataluña o las islas y que se elevan al 20% en algunos distritos de las grandes ciudades".
Para esta experta, el problema está claro: "No pueden comprar, pero tampoco alquilar ya que el precio medio de un alquiler en ciudades como Madrid o Barcelona ronda los 1.200 euros, según nuestros datos. Los elevados precios de ambos mercados están dejando fuera a nuestros jóvenes".