Seven Pines pide mantener los precios hoteleros en Ibiza en 2019 para resistir la competencia mediterránea
- Grecia y Turquía recuperan su brillo para los turistas de lujo y el efecto ya se nota en Ibiza.
- Seven Pines, 74 millones para atraer turismo a Ibiza más allá de las discotecas y fuera de temporada
- Los hoteleros sacan pecho en las ciudades secundarias: ganan en ocupación y precios
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Con algo de retraso respecto al plan, pero llegó. El pasado mes de julio abrió sus puertas el resort Seven Pines Ibiza, un complejo de 56.000 metros cuadrados enmarcado en un bosque de pinos en la costa de la isla balear, frente al islote de Es Vedrá.
Detrás de este proyecto está 12.18 Investment Management la firma alemana especializada en inversiones hoteleras y vacacionales de lujo. En la primavera de 2017 anunciaron la apertura de su apuesta en la isla balear para octubre de ese año. Su intención estaba clara: atraer turismo de lujo a Ibiza hasta fuera de temporada y que los visitantes asociaran la isla con algo más allá de la fiesta nocturna. Se habló incluso de acuerdos con United Airlines para asegurar una conexión directa entre la isla y Nueva York.
Ha pasado un año y medio desde ese anuncio y desde Seven Pines se muestran más contenidos en su forma de abordar el desembarco en Ibiza y alertan de la necesidad de contener los precios hoteleros en la isla si se quiere mantener el buen ritmo de los últimos años ahora que otros destinos mediterráneos recuperan fuerza.
“La valoración de los primeros meses a nivel negocio ha sido muy positiva y muestran un claro potencial en el futuro”, explica a EL ESPAÑOL Markus Lueck, director general de Seven Pines.
Según el directivo, el retraso en la apertura se debió a la necesidad de “actualizar los conceptos” para ser un resort de lujo cinco estrellas. “Dedicamos mucho trabajo a los acabados en la fase de construcción así como al perfeccionamiento de los servicios que ofreceríamos a nuestros clientes para garantizar una experiencia única que nos diferenciara en un mercado altamente competitivo”, agrega. El esfuerzo tuvo su premio y el resort fue incluido en la cadena ‘The Leading Hotels of the World’, un consorcio con más de 430 hoteles y resorts de lujo en todo el mundo.
El lujoso complejo está formado por 195 suites de entre 48 y 119 metros y uno o dos dormitorios. Estas suites se distribuyen en los 70 edificios que componen el complejo que un día fue un complejo vacacional tres estrellas edificado en la década de los 70.
La rehabilitación y reforma de este complejo suponía una inversión de unos 74 millones de euros, apuntaba el año pasado Lueck. El directivo no ha querido revelar la cifra final de inversión después de este tiempo de trabajo adicional para poner en marcha el hotel. Para su primer año de operación la previsión era facturar 15 millones de euros y, desde ahí, lograr un crecimiento anual del 5%. El directivo cree que es pronto para revisar esas estimaciones ya que 2019 será su primer año completo y la comparación con 2018 "será difícil". Aun así, "esperamos un exitoso 2019 gracias al potencial del complejo y que esto se traduzca en una facturación y cifra de negocio sana".
El desafío del Mediterráneo
Abrir las puertas de un resort de lujo en Ibiza es un desafío. En 12.18 Investment son conscientes de que el mercado vacacional en el Mediterráneo ofrece una competencia mayor que otras regiones, por eso el foco para este Seven Pines era “crear una oferta que destacara y que desarrollara su propio sello, por ejemplo, en términos de gastronomía”, reconocía en una entrevista con un medio especializado uno de sus socios gerentes, Jörg Lindner.
En ese esfuerzo por diferenciar sus alojamientos, los hoteles de 12.18 apuestan por el bienestar como leit motiv en el diseño de sus espacios y los servicios. Cuenta con spa, centro de bienestar, clases de yoga y tratamientos de belleza. Todo para que la experiencia de su cliente objetivo, el de alto poder adquisitivo que optaría por destinos como Marbella, Cerdeña o Saint-Tropez.
Aunque el turismo en España sigue en buena forma, en Seven Pines también han notado el freno que ha supuesto la recuperación de la competencia natural de otros países del Mediterráneo. "Ciertos destinos como Grecia y Turquía han recuperado su antigua relevancia. Esto ha incidido ligeramente en las cifras de negocio, especialmente en el mercado cinco estrellas de Ibiza", asegura Lueck.
Esto es resultado, en opinión del directivo, "de la tarifas hoteleras en la isla, que han alcanzado un nivel histórico". El último barómetro hotelero que elaboran STR y Magma HC situaba el precio medio diario de una habitación en Islas Baleares en 143,65 euros, ligeramente por encima del año anterior y el segundo destino más caro de España, por detrás de Marbella (202 euros). En Ibiza y Formentera es aún mayor: 162,9 euros la noche, según los datos publicados en septiembre por el Instituto Balear de Estadística (Ibestat). Pero el cliente al que se dirige este resort está en una horquilla muy superior. Para este establecimiento, según el propio Lueck, los precios oscilarían según la temporada entre los 300 y los 3.000 euros. No en vano, Ibiza se ha colocado en el último verano como el destino más caro del Mediterráneo, con precios por suite de más de 2.600 euros.
"Pensamos que para ser competitivos frente a otros destinos de la competencia, las tarifas hoteleras no pueden aumentar mucho de cara a 2019", sostiene Lueck.
Abrir todo el año sigue en los planes
Uno de los desafíos que se marcó la firma alemana con este hotel de lujo era desestacionalizar la demanda hotelera en Ibiza y, aprovechando el buen clima de la isla, mantener las puertas abiertas todo el año.
Pero este invierno, Seven Pines cerrará sus puertas para pulir algunos detalles. “El objetivo sigue siendo ese. Creemos que hay una demanda interesante para mantener el resort abierto fuera de temporada”, asegura el directivo. “Ibiza tiene mucho que ofrecer y nuestra exclusiva oferta gastronómica y de bienestar nos posiciona como destino perfecto para una escapada de invierno”, pero este año, “hemos decidido cerrar hasta finales de febrero”, añade.
En sus cuatro meses en operación, asegura, han recopilado opiniones y comentarios tanto de huéspedes como de proveedores y de miembros del equipo -emplea de forma directa a alrededor de 180 personas-, sobre posibles mejoras tanto en servicio como en el producto. “Vamos a trabajar estos meses de cierre temporal para lograr la excelencia con la que queremos ser conocidos a nivel internacional”, subraya.