Iberdrola no tiene motivos para preocuparse demasiado por su relación con Ignacio López del Hierro, el septuagenario marido de María Dolores de Cospedal que, después de una larga y polémica carrera, ha visto cómo su proximidad con el comisario José Manuel Villarejo y los audios en los que demostraban su complicidad, le convertía en radioactivo para las empresas.
López del Hierro, el marido de los 27.000 líos, es consejero de Iberdrola Ingeniería y Construcción desde octubre de 2017, y de Iberdrola Inmobiliaria desde 2013. Sin embargo, sus días en ambas compañías están contados y así se asume desde su entorno.
Fuentes próximas a la eléctrica señalaron que no es un tema que inquiete especialmente a la compañía dado que su intención ya era extinguir en breve la primera de estas filiales, y que no tardará en hacer lo propio con la segunda, convirtiendo la actividad inmobiliaria en una división, no en una sociedad propiamente dicha. Así, la presencia de López del Hierro en ambos consejos sería innecesaria. Ambas sociedades tienen sus tiempos y procesos pautados para la toma de decisiones en este tipo de casos dentro de las comisiones correspondientes de sus consejos.
Hay voces en la compañía que consideran sorprendente que el propio López del Hierro no haya dimitido de sus cargos para limitar el impacto reputacional sobre la compañía. Consideran que sería la solución más sencilla y que demostraría elegancia por parte del veterano directivo.
Desde Iberdrola subrayan, de culquier manera, que el consejo de Ingeniería y Construcción llevaba tiempo sin reunirse y que la decisión de extinguir la sociedad estaba tomada desde antes de que se conocieran los audios de Villarejo.
Impacto limitado
En todo caso, se trata de sociedades no esenciales para la gran eléctrica española y la implicación del veterano directivo en las mismas no es tan perniciosa como si ocupase algún puesto de verdadera relevancia. Asimismo, la reciente dimisión de María Dolores de Cospedal tendrá un efecto positivo inmediato y es ciertos algunos de los audios aún en poder de Moncloa.com y que implicaban a López del Hierro, probablemente ya no sean publicados al no tener consecuencias penales y al haber perdido su relevancia política.
En el ámbito empresarial el directivo, de 71 años, se da por amortizado y parece difícil que vuelva a formar parte de consejos importantes como en el pasado. En el sector se reconoce que aunque el veterano directivo hizo mucho dinero a lo largo de los años, también llevó un elevado tren de vida, y que a la pareja le será difícil mantenerlo si Cospedal no vuelve a trabajar. Aunque los audios de Villarejo y su salida por la puerta de atrás de la política no van a facilitar que se le abran muchas puertas en las próximas semanas o meses.
López del Hierro se casó con la expresidenta de Castilla-La Mancha -19 años más joven- en septiembre de 2009, en una boda en un cigarral de Toledo a la que acudió como invitado el presidente del PP, Mariano Rajoy. Su esposa ya era desde hacía un año la secretaria general, entonces la mujer con más poder dentro del Partido Popular. Fue en ese momento cuando el apellido López del Hierro comenzó a mezclarse cada vez con más frecuencia en polémicas.
En la sociedad que dirige, Hilo de Inversiones, no aparecen reflejados empleados, pero en 2016 tuvo un coste laboral de algo más de 200.000 euros, registraba unas inversiones inmobiliarias de 213.000 euros y unas inversiones financieras a largo plazo de 2,5 millones. En dicho ejercicio, la compañía registró un beneficio neto de menos de 100.000 euros.