“Al final vamos a terminar regalando las casas” decían estos días en algunas entidades financieras, visiblemente enfadadas después de que el Gobierno les haya obligado a asumir el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD). El mosqueo que hay con el cambio normativo es monumental, aunque se asume con resignación y se hacen números para tratar de adecuar la oferta hipotecaria.
Este lunes era el primer día en el que empezaban a asumir el impuesto de las hipotecas, pero los bancos firmaban con normalidad y acorde con las condiciones pactadas hasta el momento. Ninguna de las grandes entidades financieras ha decidido incrementar el coste de su oferta después del cambio de la Ley, y aquellas que lo habían hecho en las últimas semanas insisten en que se trata de modificaciones que ya estaban previstas con anterioridad.
Para conocer si, finalmente, los bancos repercuten o no el coste del AJD a sus clientes habrá que esperar todavía un tiempo. Dependerá de muchos factores, entre otros, el precio ofertado por cada entidad a sus clientes en los préstamos hipotecarios.
Ser competitivos
“Nadie se quiere quedar fuera del mercado, por lo que serán muy cautos. A quienes puede afectar más es a aquellas entidades que mantienen ofertas muy agresivas”, explican fuentes del sector. Más que nada, porque al rebajar los diferenciales para captar clientela, se renuncia a obtener un mayor rendimiento por el préstamo hipotecario. Si ahora encima hay que asumir un impuesto, la cosa se complica todavía más para sacar rentabilidad.
Así que mientras las calculadoras echan humo y los bancos tratan de reponerse al revés legislativo del AJD, se preparan para lo que puede venir a partir de ahora: los conocidos gastos de formalización de la hipoteca. Se trata de aquellos gastos derivados de la firma de una préstamo hipotecario como gestoría, notaría, registro y tasación.
Todos esos gastos hasta ahora los pagaban los clientes, pero sentencias recientes están obligando a las entidades financieras a devolverlos. Por tanto, muchas han comenzado ya a tomar medidas ante lo que puede estar por venir. Sobre todo porque es más que factible que la futura ley hipotecaria (actualmente en tramitación parlamentaria) contemple que sean los bancos quienes los asuman.
Gastos hipotecarios
Fruto de las sentencias judiciales que habido hasta ahora (y de que la litigiosidad va en aumento) muchas entidades han tomado ya cartas en el asunto. Caixabank ha sido la más expeditiva. Tras asumir que tendrá que pagar el impuesto de las hipotecas ha optado por blindarse a futuro. Desde este lunes sus clientes no pagan ningún tipo de gasto relacionado con la hipoteca, a excepción del IVA y el impuesto de transmisiones patrimoniales.
Un cambio que se puede comprobar a través de su página web, en donde la entidad financiera explica que “satisfará los gastos de tasación, comprobación registral, notaría, gestión y tramitación hasta la inscripción registral –incluida- de la escritura de préstamo hipotecario, así como el IAJD correspondiente a dicha escritura”.
El resto por ahora no ha tomado partido y mantiene las mismas condiciones que mantenían hasta el momento. En el caso de Bankia, la entidad se hace cargo del 50% de los gastos de gestoría, asume la inscripción en el registro, así como la copia notarial. El notario se paga al 50%. De este modo, lo que sí tiene que hacer el cliente es asumir el pago de los impuestos restantes: el IVA o el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y también de la tasación.
Tampoco ha variado su política el BBVA. La entidad asume el coste del registro de la propiedad, así como la escritura del préstamo hipotecario. El resto de los gastos notariales, así como los impuestos, la tasación y la gestoría corren por cuenta del cliente. Una política idéntica a la que mantiene el Banco Santander.
Sabadell, por su parte, es una de las entidades que más gastos asumía hasta ahora. En concreto, el banco que lidera Jaime Guardiola se hacer cargo de la notaría, el registro de la propiedad, la mitad de los gastos de gestoría y deja en manos del cliente la tasación y los impuestos correspondientes.
Aunque muchos de estos gastos ya están asumidos, e incorporados al coste total del préstamo, en el sector siguen preguntándose hasta dónde se va a llevar la cifra de dinero que las entidades van a tener que asumir; sobre todo porque los préstamos hipotecarios no son los productos más rentables que tienen las entidades financieras y, sin embargo, son de los más demandados por la clientela.