Hace pocas semanas, en la redacción de EL ESPAÑOL algunos compañeros muy jóvenes lamentaban, con frustración, la retirada de la Cuenta Naranja de ING Direct. Reflejaban una situación absolutamente frecuente en España, y es la dependencia casi absoluta de los depósitos bancarios o, en el mejor de los casos, de los productos de inversión de que te ofrecen las distintas entidades.
El problema es que, en un entorno en el que distintos mercados ofrecen volatilidad y/o crecimientos mucho mejores que el español, me parece una irresponsabilidad como padre no buscar una forma de hacer crecer mis magros ahorros.
Además, durante años no he querido invertir en el Ibex porque no me parecía muy justo, teniendo en cuenta que mis noticias tienen capacidad de impactar en el mercado. Sin embargo, ¿por qué no puedo invertir en empresas de China, de EEUU, en materias primas o en criptos?
Así pues, ni corto ni perezoso, me puse en contacto con una de las plataformas con las que colabora el periódico, eToro, y les sugerí la posibilidad de iniciar una serie de artículos en los que hablaríamos de cómo operar en este tipo de plataformas y de las condiciones idóneas para hacerlo. En forma de contenido patrocinado.
No todo el dinero es igual
Se prestaron, gustosos, a hacerlo, pero también fueron muy cuidadosos sobre cómo enfocaríamos este diario . Para ellos, la clave no sólo es informar de sus productos o de cómo funciona su plataforma. También necesitaban que quedase claro en todo momento que aunque su objetivo es democratizar la inversión y permitir al público acceder a todo tipo de mercados, desde los ETF hasta las critpomonedas, no todo el dinero es igual.
Es como en la película Ratatouille de Pixar. El chef Auguste Gousteau decía que cualquiera podía ser cocinero, pero con ello no se refería a que todo el mundo pudiese a llegar un restaurante con estrellas Michelín. Se refería a que la procedencia de las personas no debería ser un obstáculo para desarrollar su potencial.
Del mismo modo, no todo el mundo puede ser un trader de éxito, pero hoy todo el mundo dispone de herramientas como para aprender de quienes sí lo son. Incluso para copiar sus carteras e invertir con cabeza en cosas que comprendes. Porque en Internet hay información de sobra como para pasar de ser un inversor casual a otro cualificado. Aunque hay que hacer el esfuerzo.
eToro tiene la ventaja de que me permitirá recorrer diferentes tipos de activos, descubrir las ventajas y los inconvenientes de los distintos perfiles de riesgo e ir aprendiendo a moverme con la ayuda de un tutor que me ayudará a entender los distintos mercados y cuyas lecciones compartiré con todos vosotros.
¿Pero qué es lo más importante? Dejar claro que sólo debes invertir el dinero que no necesites. Si estás obligado a conseguir, forzosamente, una rentabilidad en un plazo determinado, y no puedes exponerte a perder nunca nada, simplemente debes buscar productos más seguros que te ofrezcan garantías. Es la frase mítica de que “beneficios pasados no implican rendimientos futuros”.
Tiene que ser dinero que proteger e invertir con inteligencia y cautela. Fondos que cuidar y en los que puedas balancear los riesgos para ganar o perder con cabeza en función de cómo evolucionan los mercados. Si estás dispuesto a emprender esta aventura conmigo, sígueme todas las semanas. Soy @uriondo.