De esta forma, la calificación crediticia de Dia pasa de "BB-" -ya equivalente a "bono basura"- hasta "B", indicada para inversiones altamente especulativas, y todas sus notas se mantienen en pronóstico negativo, por lo que no se descartan nuevas rebajas.
La decisión de S&P supone la segunda rebaja de esta agencia a Dia en apenas un mes y se produce 24 horas después de que Moody's anunciara igualmente un nuevo corte en la nota del grupo.
Si el primer corte en la calificación se debía al empeoramiento de sus previsiones económicas de 2018 y a la adopción de ajustes en sus cuentas de 2017, el segundo se explica por los riesgos que comporta el proceso de refinanciación de su deuda en el que está inmerso.
Desde la agencia estadounidense han recordado que Dia cuenta con 760 millones de euros de deuda que vence a corto plazo -antes de septiembre de 2018- y han pronosticado que la presión sobre sus operaciones "es probable que continúe a lo largo de 2019".
"Entendemos que la compañía está trabajando en un completo plan de refinanciación con varios bancos. Creemos que cualquier banco que le refinancie probablemente exigirá algún tipo de recapitalización y la venta de activos, una operación que implicará un riesgo de ejecución significativo y un resultado incierto", han apuntado los analistas de S&P.
Han insistido, asimismo, en que la situación de la empresa española en bolsa se ha debilitado -su acción cotiza actualmente a 80 céntimos, cinco veces menos que al precio al que cerró 2017- y que por ello tiene pocas opciones de poder refinanciarse en el mercado de bonos.
En sus cálculos, el Ebitda de Dia se contraerá un 40%, hasta oscilar entre los 270 y los 300 millones de euros, mientras que la compañía estimaba cerrar el año entre los 350 y los 400 millones.
"También prevemos un incremento de entre 370 y 400 millones de euros en la deuda neta del grupo" debido al impacto de su inversión en la reforma de tiendas, según estas mismas fuentes.