Amazon sigue dando pasos para controlar el 100% de la cadena de distribución de los pedidos que se hacen a través de su plataforma. Primero fue el marketplace, ahora es también la logística y reparto de los mismos. Un trabajo que, poco a poco, va asumiendo a través de Amazon Logistics; una ramificación del negocio que debería permitirle a largo plazo prescindir de la mayor parte de las paqueteras que actualmente trabajan con ella.
Se trata de un servicio que gestiona los pedidos y permite que las entregas se efectúen a través de una ‘marca blanca’, de modo que la empresa que provea el servicio renuncie a su nombre y lo haga bajo el paraguas de Amazon utilizando su propia tecnología.
No sólo eso, es que también la propia empresa tiene ya servicio propio de repartidores, a los que contrata para que lleven a cabo este tipo de servicios -a través de Amazon Flex-.
Su llegada a España se produjo en 2017 y puso en guardia al sector. Sin embargo, ahora Amazon quiere acercar posturas. Para ello analiza su incorporación a la patronal logística UNO, en donde se reúnen la mayor parte de las empresas de distribución. Un ‘lobby’ que busca la defensa de los intereses de la distribución, y que por ahora no ha recibido una petición formal por parte de Amazon Logistics para incorporarse.
Nada oficial
Así lo aseguran a EL ESPAÑOL desde la propia patronal UNO, quienes insisten en que ni forma parte, ni tienen constancia de que ese acercamiento se quiera producir. Recuerdan, además, que en caso de que Amazon Logistics hiciera una solicitud de ingreso, ésta tendría que ser aprobada por los órganos de dirección de la patronal.
Pese a que no hay una solicitud formal, dentro del sector se da por descontada su incorporación a la patronal en los próximos meses.
Según otras fuentes, sí que han existido algunos contactos para tantear la disposición de ambas partes antes de dar los pasos definitivos que lleven al gigante estadounidense a unirse al resto de miembros de la cadena de la logística.
Ahora bien, desde el sector recuerdan a Amazon que su entrada con Logistics en la patronal no supondría aceptar el 100% del sistema que emplea el gigante americano.
La parte de Logistics supone contratar profesionales de la paquetería para hacer las entregas; pero también está Amazon Flex, que le permite externalizar el servicio de entregas y contratar ‘autónomos’ que no cuentan con la capacitación que sí tienen otras empresas del sector.
Amazon Flex, en la picota
Por tanto, muchas de las compañías ya alertan de que -si bien sí les parece adecuado aceptar Amazon Logistics como plataforma logística- la empresa de Jeff Bezos debe tener claro que se oponen a Amazon Flex con todas sus fuerzas y que seguirán luchando contra “la precarización” del sector.
En especial porque las tarifas ofertadas por el gigante americano resultan muy complejas de batir para las grandes paqueteras, ya que ofrece a sus trabajadores unos ingresos excesivamente bajos (hasta 14 euros por hora, incluyendo todos los conceptos) por lo que sus costes se reducen sensiblemente.
A nadie se le escapa la preocupación que existe por los pasos que, poco a poco, está dando Amazon en el terreno de la logística y la distribución. Existe un temor entre los empresarios a que más tarde o más temprano sea capaz de gestionar por sí misma todos sus pedidos y pueda prescindir de las empresas colaboradoras.
Así funciona
“El proceso siempre suele ser igual. Empieza trabajando con las empresas especializadas, aprende cómo es el sistema de trabajo, lo copia (o lo mejora) y luego prescinde de sus proveedores”, relata una persona vinculada al sector de la distribución.
Por ahora Amazon Logistics ofrece una doble vertiente. Por un lado, ofrece a los anunciantes de su marketplace la posibilidad de almacenar en sus naves los productos. De este modo, les garantiza que podrán estar disponibles para entregas prime. Además, sus anuncios estarían en los primeros resultados de las búsquedas de los usuarios de Amazon.
La distribución de esos productos corre por cuenta de la propia Amazon, que se ocuparía también del embalaje y posterior distribución de los mismos. Un proceso, este último, para el que cuenta con empresas de mensajería a las que contrata, o con los repartidores contratados a través de Amazon Flex.
Veremos qué ocurre, pero parece evidente que la incursión de Amazon en la logística y la distribución resulta imparable. Ahora está por ver si lo hace por sí misma o sigue contando con la ayuda de terceros. El tiempo lo dirá.