CaixaBank contaba en 2014 con 5.358 oficinas, tanto urbanas como rurales, una cifra que se sitúa actualmente en unas 4.460 y que pasará en 2021 a 3.640.
Esta reducción de la red comercial se producirá principalmente por el redimensionamiento de la red urbana, que perderá unas 800 sucursales, mientras que los centros rurales AgroBank, situados en poblaciones de menos de 10.000 habitantes, se mantendrán.
Asimismo, CaixaBank quiere extender su modelo de oficina 'Store', muy enfocada en la atención personalizada al cliente y con un horario de apertura más amplio, en las áreas urbanas.
En este sentido, prevé pasar de las 285 sucursales previstas a cierre de 2018 hasta las 600 en 2021.
La entidad también se propone intensificar el modelo de atención remota inTouch, llegando a los 2,6 millones de clientes en 2021, frente a los 600.000 actuales.