Ghosn, de 64 años, fue detenido en Tokio el pasado 19 de noviembre, acusado de ocultar a las autoridades parte de los ingresos pactados con el fabricante de vehículos, y está a la espera de conocer la acusación formal en su contra.
El período de detención provisional, inicialmente por 48 horas, fue extendido hasta el 30 de noviembre y, de acuerdo con las fuentes consultadas por Kyodo, la fiscalía tiene intención de pedir al juez que se prolongue el período de arresto por diez días más.
La fiscalía puede solicitar ese período adicional de detención mientras continúan las pesquisas, y no pueden pedir otra extensión. Una vez completado el plazo adicional, la fiscalía tendrá que decidir si acusa formalmente al expresidente de Nissan Motor.
Fuentes judiciales ya habían planteado previamente que lo más probable es que se pediría esa extensión más allá del 30 de noviembre.
La fiscalía de Tokio ha acusado a Ghosn de no declarar unos ingresos por valor de 5.000 millones de yenes (unos 44 millones de dólares) que supuestamente recibió entre 2011 y 2014.
Muchos de esos fondos, según filtraciones a la prensa, forman parte de las sumas de dinero que recibiría cuando dejara de ser presidente de Nissan, fondos que, según algunos expertos legales, tendría que haberlos declarardo fiscalmente.
El jueves pasado, Ghosn fue cesado en sus funciones de Nissan y el último lunes también fue reemplazado en la presidencia de Mitsubishi, otro fabricante de automotores controlado por Nissan y que también estaba dirigido por Ghosn.