En su sentencia, la sala de lo Social, que hace dos años ya anuló el ERTE en Unipapel al considerar que la decisión de suspender los contratos fue "fraudulenta" y no permitió mejorar la "calamitosa" situación, insta a reponer los trabajadores a la situación anterior, incluyendo el abono de los salarios dejados de percibir desde esa fecha.
La decisión, que también obliga a los empleados a reintegrar las prestaciones por desempleo, se produce a instancias del Tribunal Supremo, que el pasado octubre estimó el recurso de casación de CCOO y devolvió el caso a la Audiencia Nacional para que profundizara sobre la posible responsabilidad solidaria.
Ahora la sala extiende ésta sobre Springwater Capital Spain (actualmente Investment Monitoring Services) y Delion Holding Spain, en tanto que exime al grupo Adveo de haber intentado sortear sus responsabilidades laborales a través de la "posible venta fraudulenta" que le achacaba el sindicato.
Según explica CCOO en una nota de prensa, los más de 300 trabajadores de Unipapel fueron posteriormente despedidos por la administración concursal en septiembre de 2017 a través de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), el cual se encuentra a la espera de sentencia.
En total, la empresa disponía de tres centros de trabajo: 180 trabajadores en Tres Cantos (Madrid), 60 en Aduna (Guipúzcoa) y otros 60 en Logroño (La Rioja).
Desde el sindicato aseguran que continuarán la batalla contra "esos fondos buitres que, como Springwater, basan su modelo de negocio en el beneficio rápido, dejando millonarias deudas tanto a la Seguridad Social como a Hacienda".
Actualmente, apunta CCOO, Springwater es titular de Nautalia, del grupo Wamos (antiguo Grupo Pullmantur) y es co-concesionario de la plaza de Las Ventas, entre otras empresas.
La sentencia conocida hoy cuenta con el voto particular de la magistrada Emilia Ruíz-Jarabo, partidaria de haber estimado íntegramente la demanda y de considerar responsable al grupo Adveo ya que "la transmisión de la división industrial a Unipapel (...) se trató de un negocio simulado, cuya finalidad era liquidar la actividad industrial".
En su opinión, Unipapel "fue creada de forma instrumental con el fin, primero de suspender las relaciones laborales y finalmente extinguir los contratos de trabajo de los trabajadores con antigüedades elevadas".