La Autoridad de Conducta Financiera (FCA) del Reino Unido ha multado con 32,817 millones de libras esterlinas (36,4 millones de euros) a Santander UK, filial británica del banco español, por las graves deficiencias detectadas en el procesamiento efectivo de las cuentas e inversiones de clientes fallecidos.
La FCA indicó que el banco no ha planteado objeciones a las conclusiones de la FCA y ha aceptado zanjar el caso, lo que ha permitido aplicar un descuento del 30% a la sanción, que, de otra manera, habría alcanzado los 46,882 millones de libras (52 millones de euros).
"Santander no transfirió fondos por un total de más de 183 millones de libras (203 millones de euros) a los beneficiarios cuando debería haberlo hecho", señala el supervisor británico, que cifra en 40.428 los clientes directamente afectados entre enero de 2013 y julio de 2016, añadiendo que el banco tampoco informó a la FCA sobre los problemas del proceso de sucesión y duelo una vez que tuvo conocimiento de ellos.
"Estas deficiencias llevaron demasiado tiempo para ser identificadas y para ser subsanadas", declaró Mark Steward, director de Vigilancia y Supervisión del Mercado de la FCA, quien reconoció que, "una vez que los problemas fueron notificados al consejo y la dirección, fueron corregidos de manera rápida y adecuada", aunque puntualizó que "el reconocimiento del problema llevó demasiado tiempo".
Según las investigaciones del supervisor, Santander UK no controló adecuadamente entre el 1 de enero de 2013 y el 11 de julio de 2016 el funcionamiento efectivo de su proceso de sucesión y duelo, así como al no tratar correctamente a sus clientes y a aquellos que los representaron a su muerte.
En este sentido, la FCA señaló que los procesos del banco contenían defectos que redujeron la capacidad del banco para identificar eficazmente todos los fondos que formaban parte del patrimonio de un cliente fallecido, además de no poder hacer un seguimiento efectivo de las comunicaciones con representantes de clientes fallecidos, lo que aumentó la probabilidad de que no se cerraran los casos de sucesión y duelo, y llevó a monitorear de manera inefectiva los casos para determinar si habían progresado hasta su cierre.
De este modo, en algunos casos los fondos fueron retenidos durante años, privando a los beneficiarios de su uso durante un tiempo considerable. Asimismo, la FCA señala que Santander UK tardó demasiado tiempo en abordar los problemas una vez que tuvo conocimiento de los mismos.
No obstante, el supervisor apunta que, desde 2015, la entidad ha llevado a cabo medidas de corrección para transferir fondos desde las cuentas afectadas a los beneficiarios, que prácticamente se han completado, abonando intereses por los fondos cuando ha sido apropiado para compensar por el retraso, además de indemnizaciones cuando se hubieran producido pérdidas.