"Nos estamos preparado para lo peor", así de rotundo se mostraba un responsable del área internacional de una multinacional española ayer. El pasado 25 de octubre la Unión Europea y el Gobierno de Theresa May escenificaron la llegada a un pre-acuerdo que daba un colchón hasta finales de 2020 para encauzar el 'brexit'.

Ese mismo día responsables de empresas españolas ya avisaban en este medio de que no había nada que celebrar. Que al acuerdo le quedaba la parte más difícil: el visto bueno del Parlamente británico. Los acontecimientos vividos desde ese día les han dado la razón.

Jose Luis Kaiser, director general de política comercial y competitividad del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo repasó la situación actual del 'brexit' "Lamentablemente solo tenemos un aumento de incertidumbre ahora mismo".

Kaiser realizó una defensa a ultranza del acuerdo conseguido entre la Unión Europea y el Reino Unido. "El acuerdo alcanzado, no solamente era el mejor, sino que, además, es el único posible"

Enumeró las consecuencias de llegar al 29 de marzo sin un acuerdo. "Se rompería la cadena de valor de las mercancías que hoy se mueven con libertad total entre territorios comunitarios. De un día para otro deberían entrar en procesos aduaneros, hacer frente a aranceles..." declaró el titular de competitividad durante el encuentro Brexit: Impacto sobre la empresa y planes de acción organizado por KPMG y el diario Cinco días.

Acopio de materias primas

Ante este contexto las compañías españolas con presencia en el Reino Unido se están preparando para los escenarios más negativos de sus planes de contingencia. Pero la existencia de esos planes no significa que la confirmación de un 'brexit duro' no vaya a tener consecuencias.

En el caso de que el Parlamento británico no refrende el pre-acuerdo alcanzado por el Gobierno de Theresa May, el día 29 la relación comercial entre los países miembros de la Unión Europea y el Reino Unido empezaría desde cero. Por poner un ejemplo, las empresas españolas tendría más facilidad para comerciar con Marruecos que con Inglaterra.

Esto ha hecho que empresas como Flex o Gamesa, ambas con importante presencia en el Reino Unido, hayan comenzado a adelantar la compra de materias primas para estar preparadas ante el previsible colapso que se originaría durante unas semanas en el país británico.

El anuncio por parte del Gobierno de May de enviar a 3.500 militares a la frontera y los aeropuertos ha sido el pistoletazo de salida para que las empresas españolas entiendan que, ahora mismo, un 'brexit' sin acuerdo es la posibilidad más probable.

Aumento de costes y de tiempos

Un camión que a día de hoy lleva materias primas entre Europa continental y el Reino Unido se enfrentará con que tendrá que pasar por un proceso aduanero, algo que complica todo el proceso burocrático. La carga podría pararse en la aduana por un tiempo indefinido entre que pasara todos los controles y las autoridades británicas le dieran luz verde a toda su documentación.

Pero los problemas no terminarían ahí. En materia de transporte, la mayoría de los camiones que hoy circulan entre ambos territorios, más de 25 millones de vehículos han utilizado el servicio Shuttle Freight que une ambas costas por el canal de la Mancha desde 1994, tendría que dejar su carga al llegar a territorio británico y una empresa británica tendría que ir a buscarla para hacer el recorrido dentro de Reino Unido.

Por muy detallados que estén los planes de contingencia de las empresas el nivel de incertidumbre ha tocado techo. A día de hoy es imposible prever el aumento de tiempo y de costes que traería consigo un escenario de no acuerdo.

Así las cosas, sólo queda esperar a la semana del 21 de enero. Si el Gobierno de May consigue el respaldo al acuerdo con la UE comenzará un colchón hasta diciembre de 2020 para desarrollar el detalle de las futuras relaciones entre Europa y el Reino Unido.

El caso de que el Parlamento opte por rechazar el acuerdo, las relaciones comerciales entre ambos lados del canal de la Mancha se adentrarán en terreno desconocido y, previsíblemente, caótico.