Javier Mateos, CEO de Zity, cree que Madrid tiene que sacar pecho. ¿El motivo? “No hay ciudad en el mundo con un modelo de carsharing que funcione a estos niveles”. La compañía acaba de cumplir un año de servicio en la capital española y para 2019 ha anunciado más vehículos, en más zonas de la ciudad y, gracias a Madrid Central, más usuarios.
La compañía ha lanzado un proyecto conjunto con Emov para devolver el olor tradicional de Madrid a sus calles. Tras un estudio conjunto, ambas concluyen que el 86% de los madrileños opina que la calidad del aire es un peligro para la salud y el 72% considera importante una regulación que mejore la calidad del aire. Para elllo han decidido poner ambientadores en todos sus coches con aromas que recuerdan a cómo debería oler la ciudad.
Las conclusiones del estudio que publicó Zity junto a Emov se pueden aplicar a otras ciudades españolas: concienciación por el medioambiente, apuesta por la movilidad eléctrica… ¿se plantean entrar en otras ciudades españolas?
Ferrovial y Renault lanzaron Zity con un proyecto inicial como es Madrid, pero no va a ser suficiente para lo que buscan las dos compañías. Hay una inversión detrás muy potente que solo se hace rentable si se multiplica el proyecto con todas las peculiaridades de todas las ciudades. Pero aquellas grandes ciudades en las que tiene sentido estar, hay que estar, y a una velocidad relativamente rápida porque es un sector muy dinámico. Hace tres años nadie sabía qué era el carsharing y ahora estamos como estamos.
Hay que ponerse las pilas, toda la credibilidad que hemos ganado en un proyecto como Madrid no se puede perder en una segunda ciudad. Hay que andar con pies de plomo pero a la vez moverse rápido.
En el caso de Barcelona, hay dos empresas operando carsharing aunque con modelos distintos al de Zity. ¿Consideran cambiar su modelo para poder operar ahí?
No nos planteamos un cambio radical en el concepto del servicio. Básicamente, porque nuestro claim “flexible living, flexible driving”, es una forma de entender la movilidad. No está en nuestra hoja de ruta, modificarlo.
¿Estarían dispuestos a pagar la tasa que prevé imponer Barcelona al carsharing?
Habrá que ver si las cifras publicadas son reales (algo más de 70 euros por unidad). Lo que yo he visto no es una cifra descomunal, no es algo que haga inviable el proyecto. Pero todos aquellos costes añadidos al proyecto, tarde o temprano terminan siendo traspasados a la tarifa, al usuario y entendemos que puede ser un freno. Todo va a depender de las condiciones de funcionamiento de este proyecto.
No olvidemos que detrás de todo esto hay empresas, y en el corto plazo puede ser una inversión, pero en el medio o largo plazo tiene que tener una rentabilidad mínima y tienen que ser proyectos viables. Aquellas penalizaciones económicas al proyecto, tarde o temprano las sufre el usuario.
Teniendo una flota parecida, un mismo perfil de usuario y de trayectos, ¿cómo se diferencian las marcas de carsharing?
Con pequeños detalles.Uno de los criterios de decisión para elegir un vehículo u otro es la cercanía. Posiblemente si una única compañía estuviera operando en Madrid, sería negativo para el usuario porque abastecer toda la demanda con un número determinado de vehículos es muy complicado. Lo que hacemos es complementarnos y el usuario recibe la oferta de Zity, Emov u otras compañías.
Siendo el criterio la cercanía, al final te diferencias por pequeños detalles. Por ejemplo, el lanzamiento del aeropuerto o pequeños cambios de modelo de contratación, como por ejemplo, el stand-by, que hacen mover la toma de decisión hacia una empresa u otra.
¿Cómo está afectando Madrid Central a Zity?
Madrid Central lleva en marcha dos semanas y a todos nos interesa saber cómo afecta a nuestro negocio, a nuestros usuarios, cuál es el beneficio. En este tiempo intentamos analizar cómo nos ha impactado. Con un espectro tan pequeño y con variables tan importantes como Navidad, es difícil de cuantificar.
Aunque sí que hay algo objetivo, y es el crecimiento de usuarios que veníamos teniendo en el mes de noviembre y esos primeros días de diciembre. Hemos visto un incremento de un 36% de usuarios, pero es muy prematuro todavía.
¿Qué tal es la relación con el Ayuntamiento de Madrid?
Creo que están siendo valientes. Están tomando decisiones y el tiempo dirá si son acertadas. Están dando un paso al frente y se están exponiendo. Desde Zity hay muy buen entendimiento con el Ayuntamiento y con la EMT. La EMT es firme valedora del transporte público, pero también lo es del transporte en la ciudad. Hay que empujar entre todos hacia esos objetivos comunes.
¿Creéis que los patinetes tienen que tener un papel en esos objetivos comunes?
Lo creamos o no, los usuarios han decidido que quieren utilizar los patinetes, las motos, los coches compartidos y las VTC. El usuario es el que manda y hay que ordenar y regular para evitar riesgos innecesarios. Hay que tener un marco regulatorio que ampare la viabilidad de los proyectos y la seguridad de los ciudadanos y de los activos de los que disponemos.
¿Existe un techo de la demanda para el carsharing?
Seguramente sí, pero el techo que hay hoy seguramente será distinto al de dentro de unos meses. Nosotros en nuestro plan de negocio veíamos dos líneas de crecimiento: el crecimiento de Zity como empresa novata y el crecimiento del sector. El sector está creciendo mucho y está admitiendo una oferta que hace un año no admitiría.
Ese techo existe, no sabría cuantificarlo, pero creo que no lo hemos tocado. Si se está incrementando flota creo que es porque está más alto o porque las posibilidades técnicas nos ayuda a llegar a más.
Cuando se haya estabilizado la demanda, ¿subirá el precio del carsharing?
O bajará. El precio del servicio ahora mismo es deficitario por los usos que tienen los vehículos. El modelo, en Zity, no está escalado. Al final es una combinación de usos y precios. Aquí estamos acostumbrados a unos precios fijos, puede que esto cambie pronto.
¿En tres año el vehículo eléctrico va a ser más barato? Seguramente, y eso permitirá ir con precios más bajos, o mantenerlos, o cambiar la filosofía del negocio. Por eso creo que el precio puede bajar.
El volumen es lo que te permite ajustar el negocio. Es lo que ocurre con los packs ahorro, cuanto más consumes, más barato te sale el servicio. Es la misma filosofía
¿Piensan, entonces, en cambiar hacia una tarifa flexible?
Sí. Todos tenemos en mente precios dinámicos. No tiene sentido que el coche te cueste lo mismo a las tres de la mañana que a las tres de la tarde. Esto es de cajón, lo tenemos todos en mente y la tecnología va avanzando. Todos iremos hacia un modelo en el que se crucen oferta y demanda. El resultado será un precio será más caro o más barato, no tiene por qué encarecerse.
Tenemos muchos costes con la carga del vehículo, el reposicionamiento de la flota, todo lo que ayude a que nuestros costes disminuyan se verá en el precio. Si lo encarece, pues también.
No olvidemos que el ticket medio es de unos seis euros. Si en esos seis euros hablamos de un porcentaje de un 10% arriba o abajo, a todos nos duele el bolsillo, pero son céntimos. El usuario valora un buen servicio, un buen coche y limpieza. Dame un servicio redondo y lo pagaré.
¿Cuáles son los retos del carsharing en Madrid?
El aeropuerto es algo que todos teníamos en mente. Zity lo ha conseguido y la acogida es buena porque creo que la demanda estaba ahí, no solo por los usuarios de Zity, si no también por el resto de carsharing.
A nivel global, apuntando más alto, creo que en el sector del vehículo compartido falta mucha pedagogía. Explicar muy bien cuáles son las ventajas y romper barreras radicionales. Creo que hay muchas ventajas relacionadas con el carsharing y con el carsharing eléctrico en concreto.
Con Zity tendremos otras ventajas adicionales, pero esa pedagogía y esa concienciación de que todas tus acciones tienen un impacto en el medio ambiente, que tu movimiento afecta a la contaminación y que tu coche aparcado en la calle ocupa espacio público, es necesaria. Creo que es la clave para que el carsharing en lugar de tener 400.000 usuarios, tenga 4 millones de usuarios en Madrid y seamos todos usuarios de un modelo de vehículo compartido.
¿Quién tiene que hacer esa pedagogía?
Creo que entre todos. Nosotros destinamos muchos recursos a explicar muy claramente cómo funcionamos y también en explicar todos los beneficios. El Ayuntamiento de Madrid, la administración, tiene un papel muy importante porque llega mucho más, tanto sus mensajes como su normativa.
Es un compendio de todos los actores y de tiempo, al final va ampliándose la masa pero se requiere tiempo. Somos todos muy jóvenes en este campo.
La imagen que transmite Madrid en el ámbito internacional en cuanto a carsharing eléctrico es arrolladora. No hay ciudad en el mundo con algo tan potente y que funcione a estos niveles y hay que sacar pecho y explicarlo internacionalmente para que sea exportado a otras ciudades.