El mercado ha valorado positivamente el precio de 6 euros que propone KKR en su OPA de exclusión para hacerse con el 100% de Telepizza, una oferta que debe aprobar el 90% de los inversores. ¿Las ‘víctimas’? Las tiendas de la compañía en Irán, el país en el que la compañía abrió sus puertas con bombo y platillo hace poco más de un año.
Las tiendas de la compañía en exte país son actividades que, para Telepizza, no tienen un peso significativo en el negocio, pero su salida de este mercado es una condición imprescindible que deberá llevarse a cabo antes de que finalice el periodo de aceptación de la oferta.
Telepizza abrió su primera tienda en Irán en Teherán el 28 de junio de 2017, y actualmente, según su página web, cuenta con siete sucursales. La mayor parte en Teherán, aunque también en la ciudad costera de Mazandarán. Telepizza utiliza para Irán el nombre de @telepizza_ir, y aunque apenas tiene seguidores en Twitter, cuenta con más de 20.000 en Instagram.
La compañía opera en Irán a través de un acuerdo de master franquicia con Momenin Investment Group y Hermes Food Development Company. En la apertura de la primera tienda contó con el propio consejero delegado, Pablo Juantegui, con el responsable de Internacional de la compañía, Giorgio Minardi, y el personal de la embajada de España en Irán.
Durante la inauguración, Minardi se puso una medalla al subrayar que Telepizza era la primera compañía internacional en el mundo de la comida rápida en Irán, aunque teniendo en cuenta las condiciones de KKR, ahora está claro por qué el resto no entran.
En su despliegue en Irán, Telepizza tuvo que crear unas instalaciones capaces de atender a un número determinado de tiendas, lo que ha permitido un crecimiento rápido. Asimismo, la compañía ha tenido que desechar salchichas y embutidos del menú para conseguir la certificación halal.
La compañía llevó, además, sus propias máquinas para la elaboración de los productos y mantuvo las cocinas controladas por un chef español.
Éxito interruptus
El éxito de la compañía en el país fue notable desde que abrió sus puertas, con más de 60 pedidos en las primeras tres horas, y su objetivo era invertir 100 millones en diez años para abrir 200 establecimientos en dicho plazo.
La apertura del primer Telepizza en el país de Oriente Medio coincidía con el restablecimiento, después de más de una década, de los vuelos directos entre Irán y España, con la línea regular de Mahan entre Teherán y Barcelona.
El pasado 5 de noviembre, bajo la administración Trump, EEUU volvió a poner en marcha las sanciones sobre Irán que se habían levantado en 2015, en el marco del Plan de Acción Conjunto y Completo (JPCPOA, por sus siglas en inglés) sobre el programa nuclear.
Se trata de las mayores sanciones estadounidenses sobre Irán jamás impuestas, afectan a sectores como la energía, los astilleros y los sectores financieros y suponen un duro golpe a una economía que había empezado a reactivarse y a acercarse a Occidente en los últimos años.