Los créditos al consumo han crecido cerca de un 40% en los últimos tres años. Así lo reflejan los datos del Banco de España, en los que señala que en este momento el volumen de dinero comprometido entre entidades y consumidores alcanza los 62.800 millones de euros.
Un incremento que ha hecho saltar las alarmas del regulador que ha llamado la atención a las entidades financieras sobre la laxitud con la que están concediendo créditos en los últimos meses. Preocupación que es minimizada por buena parte de las entidades crediticias que, sin embargo, empiezan a descubrir un punto que sí les empieza a resultar preocupante: las demandas de los clientes por usura. Es decir, por cobrar tipos de interés excesivos.
Tanto es así que en las últimas emisiones realizadas por entidades como Evo Finance o WiZink ya se alerta a los inversores del riesgo que hay por este tema en los tribunales. Es el caso de la entidad controlada por Värde, quien asegura que la crisis financiera ha traído una mayor regulación de las condiciones financieras, pero también un incremento de los prestatarios a reclamar por la vía judicial contra los bancos.
El Supremo decide
También Evo Finance lanza una alerta en ese sentido, y recuerda que “los tribunales analizan la invalidez de las cláusulas caso por caso y, por tanto, existe un riesgo de que se pueda declarar una cláusula inválida a pesar de que no existan disputas previas a dicha cláusula”.
Y es que, aunque en este momento el Supremo ha establecido que cuando los tipos ofertados “doblen los tipos de interés normales” se considerarán “usurarios”. En este momento se establece ese límite en el entorno del 12,5%; todo lo que vaya por encima se considerará como usura y podría ser reclamado. Por tanto, existe cierto temor a que haya una avalancha judicial contra el sector.
Evo Finance reconoce en su última emisión de bonos de titulización garantizados por derechos de crédito derivados de préstamos al consumo que, aproximadamente, el 7,25% de su cartera de préstamos supera ese 12,5% que fija el Supremo como tipo máximo antes de que se considere usura.
Si se toma como referencia el total de la cartera de préstamos de Evo Finance (unos 725 millones al cierre de 2017) hablamos de que afectaría a cerca de 51 millones de euros.
Una pequeña vía de agua
En el caso de las tarjetas de crédito, el tipo de interés (TAE) es del 27,24%, según señala uno de los principales emisores como es WiZink. Sin embargo, también teme que pueda haber problemas en la justicia por este asunto.
De hecho, avisa de que “cualquier juzgado que pueda declarar usura cualquier cláusula de un préstamo puede provocar demandas de otros prestatarios con contratos similares”. En cualquier caso, la entidad recuerda que, en este momento, ha tenido que destinar 7,1 millones de euros en los nueve primeros meses del año a reclamaciones judiciales frente a los 4,6 millones de euros que empleó durante todo el 2017.
Se abre, por tanto, una nueva vía de preocupación para los emisores de préstamos al consumo o de tarjetas de crédito. En cualquier caso, el perjuicio para las entidades financieras es ‘mínimo’, dado que cuando un juzgado condena por usura el prestatario queda exonerado de la devolución de los intereses. Sí tiene que devolver el capital principal que le ha sido devuelto, según ha establecido el Tribunal Supremo.