Vodafone ha confirmado este jueves a los representantes de sus trabajadores que pondrá en marcha un ERE que afectará a un máximo de 1.200 trabajadores. Los motivos argumentados por la compañía son la caída de los ingresos en España y los cambios que se han producido en el mercado en los últimos meses.
En noviembre se conoció la intención de la compañía de iniciar un plan de reestructuración, pero ha sido hoy cuando se han conocido los principales detalles. El total de la plantilla actual de Vodafone es de 5.000 personas, por lo que el expediente de regulación de empleo afectaría al 23% de todos sus empleados.
UGT, el sindicato mayoritario de la empresa, ha rechazado "frontalmente" el ERE. El sindicato considera que la situación que atraviesa la operadora británica "no es responsabilidad de la plantilla", sino de sus gestores, y que con la medida propuesta la empresa se pretende "solucionar su incapacidad demostrada y reiterada para la toma de decisiones estratégicas acertadas".
Por su parte, el sindicato STC también ha rechazado este anuncio: "Vodafone no necesita más recortes de plantilla para mejorar su negocio en España, lo que se necesita es un Plan de Futuro consistente, un Plan de Empleo Estable y que de una vez los actuales gestores del fracaso asuman sus responsabilidades, con autocritica y transparencia", han indicado.
Este sería el tercer ERE de la compañía en los últimos seis años. En este sentido, Vodafone España ya puso en marcha dos recortes de plantilla, en los años 2013 y en 2015. El primer ERE se realizó por la caída de negocio y de márgenes por los coletazos de la crisis económica y afectó a 900 empleados de los 4.300 que tenía entonces. El segundo se produjo tras la integración de la Ono y afectó a 1.057 empleados en total.
España lastra los resultados de la compañía
El recorte se produce tras la dura guerra comercial del verano y las previsiones de reducción de ingresos de la filial española. Este proceso se enmarca dentro de un plan integral para relanzar la compañía en España, apostando por la digitalización, nuevo porfolio comercial y transformación y racionalización de los costes.
A comienzos de noviembre -y tras la presentación de los resultados trimestrales- el nuevo CEO global de la operadora, Nick Read, anunció que España e Italia eran mercados que estaban lastrando los resultados globales de la compañía, por lo que en el caso español se anunció un nuevo plan integral don dos objetivos: reposicionamiento comercial y transformación de costes a todos los niveles.
En estos mismos resultados se conoció que Vodafone provisionó 2.900 millones de euros en España por el deterioro del negocio en nuestro país. Según explicó la compañía en sus resultados semestrales (año fiscal británico), tuvo que realizar esta rebaja de sus activos españoles por "las difíciles condiciones comerciales y económicas actuales".
En sus últimos resultados trimestrales, el Ebitda de la filial española de Vodafone cayó un 27% en el semestre hasta los 542 millones. Unos resultados lastrados por la pérdida de clientes y unos ingresos de 2.421 millones (un 3,2% menos) y de 2.205 millones por ingresos de servicios (un 4,7% de caída).
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