Repsol está trabajando en la incorporación de la tecnología 'blockchain' para mejorar la certificación de sus productos, a través de la que estima unos ahorros de 400.000 euros anuales por la digitalización del producto.
En concreto, el centro de investigación Repsol Tecnology Lab (Tech Lab), en colaboración con la 'startup' Finboot, ha probado con éxito esta tecnología para mejorar las certificaciones de calidad y seguridad a las que los organismos reguladores someten a sus productos de refino y petroquimica, informa la compañía en su última 'newsletter'.
Una 'blockchain' o cadena de bloques es una estructura para la transmisión de datos que permite compartir la información de forma inmutable y distribuida. Asociada en sus inicios a las criptomonedas, ofrece posibilidades en otros ámbitos como la gestión de las cadenas de suministro.
El gerente de Experimentación del Tech Lab, Tomás M. Malango, considera que el ahorro derivado de este proceso es "pura mejora de eficiencia". "Una mejora que sería trasladable a otros departamentos de la compañía con prácticas y disfunciones parecidas", añade.
Finboot, una empresa dedicada al software de alto nivel que se ha incubado en el Fondo de Emprendedores de la Fundación Repsol, y Tech Lab han desarrollado la aplicación BlockLabs, que utiliza equivalentes digitales de las muestras a homologar, con lo que se evitan ineficiencias y costes asociados al 'retratrabajo' (llamadas, correos electrónicos, reeenvíos de muestras).
En el caso concreto de la petrolera, los productos de refino y la petroquímica están sometidos a un conjunto de certificaciones de calidad y seguridad por parte de los organismos reguladores, con lo que la digitalización "permite una identificación de la muestra inequívoca en todo su ciclo de vida", señala Malango.
60.000 MUESTRAS AL AÑO
Para validar esta metodología 'blockchain', Tech Lab eligió la gestión de muestras procedentes de los negocios industriales, de las que el centro gestiona del orden de 60.000 al año, siendo un proceso que involucra a muchos actores de dentro y fuera de la compañía y muy intensivo en recursos.
Así, el verano pasado Repsol llevó a cabo un primer piloto de validación con muestras reales para recrear todo el ecosistema y prevé este mes de abril tener implantado el proceso en el centro de investigación.
Asimismo, además de su empleo en los negocios de Refino y Química, también está estudiando una posible expansión de la metodología a otros negocios, como los lubricantes o el gas licuado del petróleo (GPL), con un horizonte a un 'blockchain' global de certificación.