El tipo de cambio fue en 2017 el principal problema al que se enfrentó la división hotelera del grupo Barceló y parece que la historia se volverá a repetir en 2018. Una parte importante de sus ingresos proceden de los hoteles que tiene repartidos por el norte y centro de América. El dólar sigue débil y aunque el resultado ha sido superior en moneda local, la traducción al euro vuelve a dejar un sabor amargo. Eso ha llevado a la empresa a mirar a un entorno más cercano en el que centrar sus esfuerzos y que no dependa de las diferencias de cambio.
El grupo hotelero lo tiene muy claro. Su objetivo de cara a los próximos tres años será aumentar su presencia en España y Portugal de forma que estos concentren la mitad de sus hoteles y sus habitaciones. Lo que no han dicho es si estos mercados tendrán el mismo peso o no.
En el caso de que sea así, España lo tiene más fácil que Portugal porque hasta el año pasado Barceló no tenía ningún hotel en el país vecino. Ahora cuenta con dos, uno en Madeira y otro en Lisboa.
Esta fue una de las claves que adelantó la directiva de Barceló este miércoles en Madrid, donde hizo balance del 2018 y presentó los planes de crecimiento para el recién estrenado 2019.
Durante el pasado ejercicio, la cadena incorporó 13 hoteles, de los que cuatro abrieron sus puertas en territorio español y dos en Portugal. Con estos, la compañía ha elevado su portfolio a 249 establecimientos.
En cuanto a nuestro país, el objetivo pasa por ampliar su presencia a zonas diferentes a Madrid y Barcelona. Concretamente, miran a ciudades secundarias que, como ha manifestado el CEO de Barceló para EMEA, Raúl González, “tienen un valor y proyectos muy interesantes”. Un ejemplo, Sevilla.
En la capital hispalense a la empresa le gustaría llevar a cabo varios proyectos. Uno de ellos es poder hacerse con un edificio emblemático, reformarlo y abrir un hotel de la marca Royal Hideaway. Otra, abrir un resort Occidental en las afueras.
Sin embargo, esta apuesta por España llega en un momento en el que el país no atraviesa su mejor momento turístico. Según la estimación más reciente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, España recibió 82,6 millones de turistas internacionales en 2018. Eso es un 0,9% más que en el año anterior, una cifra muy por debajo al ritmo de crecimiento que se registró en los años anteriores. Aún así, desde Barceló afirman ser optimistas a largo plazo.
El tipo de cambio
Los resultados de Barceló Hotels están altamente influenciados por los tipos de cambio. Según ha comentado Raúl González, el cambio de dólares a euros volverá a alterar los resultados de la empresa. “En América y el Caribe hemos tenido un resultado superior, pero al traducirlo al euro se produce una caída del 5%”, explicó.
El cambio del dólar en 2018 fue de 1,18 euros frente al 1,11 del año anterior. Eso supone una depreciación de alrededor del 7%. Aun así, la compañía espera repetir un beneficio neto del entorno de 180 millones de euros.
De esta forma, los resultados económicos, aunque no son definitivos, serán similares a los de 2017. Las ventas, rozarán los 3.000 millones de euros y la deuda se reducirá desde los 330,7 millones de euros de 2017 a los 79,2 millones a cierre de 2018.
Parte del portfolio de Barceló se encuentra en el norte y centro de América. Según los datos de la última memoria anual, correspondiente a 2017, en ese año tenía 244 hoteles y de ellos el 65% se encontraban en esa región. Esto demuestra la fuerte dependencia que Barceló Hotels tiene del dólar.
Así, se repite la historia de 2017. En ese año, los beneficios de la división se desplomaron casi un 30% hasta los 6,29 millones de euros debido a, entre otras cosas, las diferencias de cambio.
Sin embargo, será difícil para la empresa limitar el peso de esta región en los resultados. Mientras que la ocupación en España y Europa se mantuvo en el 73%, en América Latina mejoró ligeramente. En esa zona, pasó del 80% de la ocupación en 2017 al 82% en 2018 aunque en términos de RevPar pasó de los 152 dólares del año anterior a los 151 del último ejercicio.
Un ‘brexit’ poco “dramático”
Uno de los asuntos que más preocupan a las empresas que tienen presencia en Reino Unido actualmente es el ‘brexit’. En medio de las negociaciones, fue imposible no preguntar a los directivos de Barceló sobre este asunto. González quitó leña al asunto y mantuvo que él no sería “tan dramático”.
Las empresas todavía desconocen qué va a ocurrir y cómo se va a llevar a cabo el proceso de salida. En su opinión, lo único que le asusta medianamente es que la economía de Reino Unido se debilite y que la gente viaje menos.