La Comunidad de Madrid ya ha puesto encima de la mesa la oferta a los taxistas para regular a los coches de Uber y Cabify que circulan por la región. Una propuesta que ha sido elaborada de la mano del Ayuntamiento de Madrid y que ya estudian en este momento los representantes del sector.
Tal como ha adelantado EL ESPAÑOL, el gobierno regional ofrece que para contratar un vehículo VTC se exija una distancia mínima. Es decir, que el coche debe estar a un mínimo de 300 metros del usuario. Ahora bien, podrá ser ampliada por los Ayuntamientos "hasta un máximo de 500 metros", siempre que responda a cuestiones de ordenación del tráfico urbano.
Así consta en el proyecto de Ley que prepara la Comunidad, y al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL. En él se refleja también que los vehículos 'cero' emisiones podrán llegar desde una distancia mínima de 150 metros. Podrá ampliarse "hasta el límite de 250 metros".
Licencia urbana
Para ello se habilita a los Ayuntamientos a legislar en materia de VTC, por lo que se instalará la licencia urbana en la Comunidad de Madrid. Ahora bien, ésta no podrá entrar en vigor hasta dentro de cuatro años (en virtud de la moratoria otorgada por Fomento a los coches de Uber y Cabify).
La normativa resuelve también algunas de las exigencias de los taxistas. Más allá de definir la precontratación (cuyo muro se establece en forma de espacio y no de tiempo como en Cataluña), refleja también la forma en la que los coches VTC pueden efectuar la captación.
Será obligatorio que tengan contratado el servicio, pero es que tampoco podrán "circular en busca de clientes [...] ni permanecer estacionados propiciando" la búsqueda de clientes. Define también lo que supone la "captación", y destaca que eso ocurrirá cuando "se encuentren estacionados a menos de 100 metros de aeropuertos, estaciones de tren o autobús, hoteles, centros comerciales o eventos de afluencia masiva, así como de paradas de Taxi".
Eso sí, la norma permitirá que las VTC puedan aparcar (sin propiciar la búsqueda de clientes) cuando no tengan servicios contratados, o que vuelvan a su base a la espera de un nuevo contrato.
Se contempla también un extenso articulado de sanciones para las VTC.
El Taxi rechaza el texto
Por último, el texto supone también otra de las reivindicaciones del sector. En concreto, se modifica la Ley de Ordenación y Coordinación del Transporte Terrestre de la Comunidad de Madrid, y se establece un apartado destinado exclusivamente para las VTC -algo que solicitaban los taxistas-.
Además, diferencia claramente qué es un Taxi y una VTC, cuya diferencia esencial radica en que deben ser precontratadas. Es decir, deben tener el viaje solicitado con anterioridad a su uso sin que éstas puedan coger clientes a pie de calle.
Los taxistas están reunidos con el Ayuntamiento, mientras que la Comunidad explica el texto a las VTC. Fuentes del Taxi aseguran que no están conformes con la propuesta y dicen que la música suena "muy desafinada y habría que reinventarla" entera.
Consideran que la fórmula es ineficaz y que ya se ha probado en Londres. Allí, insisten, empresas como Uber falseaban las distancias mediante softwares especiales para saltarse la normativa.
También creen que la propuesta vulnera la normativa del Gobierno, ya que el decreto aprobado por Fomento no se refiere al espacio en ningún momento. Por tanto, entienden que la precontratación debe hacerse mediante el tiempo como ha ocurrido en Barcelona.