Ryanair ha anunciado que su consejero delegado, Michael O'Leary, abandonará sus funciones actuales como gestor del día a día de la aerolínea para dirigir una 'supraestructura' que incluye, además de Ryanair, a Lauda, Ryanair Sun y una filial británica que ha creado para sortear los problemas derivados del 'Brexit'.
La incertidumbre frente al 'Brexit', los malos resultados de los últimos meses o las duras negociaciones con varios sindicatos europeos podrían haber pasado factura al directivo que ahora se centrará en la eficiencia financiera del grupo, en su reducción de costes generales, en la adquisición de nuevos aviones y en la búsqueda de nuevas oportunidades de negocio "a pequeña escala".
O'Leary, dejará su puesto actual en los próximos doce meses y pasará a ser el consejero delegado de las cuatro filiales con las que contará el grupo. Cada una de estas cuatro aerolíneas estará liderada por su propio director, mientras que O'Leary dirigirá la estructura de grupo en una fórmula similar a la de IAG, tal y como reconoce la propia compañía irlandesa.
La compañía ya ha iniciado los trabajos para encontrar un nuevo consejero delegado para Ryanair. Además, el actual presidente de la empresa, David Bonderman, seguirá en su puesto un año más hasta verano de 2020, cuando será relevado por Stan McCarthy, antiguo consejero delegado de la alimentaria Kerry Group.
En la última junta general de la mayor aerolínea de bajo coste de Europa, O'Leary, que es consejero delegado de Ryanair desde 1994, ya anunció que era poco probable que siguiera al frente de la compañía mucho tiempo.
"No tengo idea de cuándo habré tenido suficiente. Me gusta trabajar para esta compañía. No lo hago por el salario que recibo. Pero mientras siga siendo interesante, divertido y desafiante, no veo razón para no seguir tratando de liderarla y llevarlo hacia adelante positivamente ", aseguró O'Leary quien no obstante dijo que no estaba seguro de querer liderarla durante cinco años más después de que expirara su contrato actual.
O'Leary fue reelegido consejero delegado de Ryanair en la reunión general anual, con 98,5% de los votos emitidos a su favor, pese a la oposición de la mayoría de pilotos y a que varios de los inversores manifestaron su frustración por las huelgas afrontadas el pasado año.
Ryanair ha registrado unos 'números rojos' de 20 millones de euros en su tercer trimestre fiscal, finalizado el 31 de diciembre, frente al beneficio neto de 105,6 millones de euros reportado en el mismo periodo del ejercicio anterior, excluyendo las cuentas de su filial austriaca Laudamotion.