Están dispuestos a cambiar, pero quieren que las condiciones estén claras y que, además, puedan modificarse. El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha sido claro respecto al plan que el Gobierno llevará al Consejo de Ministros previsiblemente el próximo viernes 22, para enviarlo después a Bruselas: "Es una cosa muy buena tener un plan, porque te ordena la cabeza, pero no puede estar escrito sobre piedra y tiene que tener la capacidad suficiente para poder adaptarse", ha dicho.
Durante su intervención el 16 Encuentro del Sector Energético organizado por el IESE, Bogas ha reseñado que el camino hacia la transición energética es "felizmente irreversible". No obstante, ha recordado, implica un gran "esfuerzo" del sector eléctrico.
El consejero delegado de la eléctrica ha apuntado así a la necesidad del incremento de renovables, entre 55 o 60 GW, para pasar del 37% actual al 70%. "Se tiene que doblar la cantidad que hasta ahora y desde el año 2000 venimos generando", ha apuntado. En la misma línea, ha recordado la necesidad de la reducción de las emisiones de CO2 y el cierre de las centrales nucleares, que se producirá entre 2025 y 2036.
"Alargar la vida del carbón va contra los tiempos"
Anunciado ya el cierre de sus centrales de Andorra y Compostilla, Endesa ha insistido en que "alargar la vida del carbón va contra los tiempos".
Para Bogas, si hay un problema de cobertura de potencia, "a lo mejor" habría que poner una especie de reserva. "Pero sería el mal menor. Hoy en día, la tendencia a la que vamos es clarísima", ha dicho el consejero delegado, que ha recordado que el carbón jugó un papel sustancia durante los 80-9 y primera década del 2000.
"Hoy no puede jugar en ese conjunto de objetivos que nos hemos marcado en un papel", ha insistido.