El grupo cervecero holandés Heineken obtuvo un beneficio neto atribuido de 1.903 millones de euros en 2018, lo que equivale a un descenso del 1,6% en comparación con el ejercicio precedente, según ha informado la compañía.
En el conjunto del año, la cifra de negocio de la empresa fabricante de cerveza aumentó un 3,7% y se situó en 26.811 millones de euros. Por áreas geográficas, y sin tener en cuenta el impacto de los atípicos, la facturación procedente de Europa creció un 3,5%, hasta 10.348 millones de euros, mientras que los ingresos de América se situaron en 6.781 millones de euros, un 7,5% más.
Asimismo, los ingresos originados en la región de África, Oriente Próximo y Europa del Este crecieron un 0,8%, hasta los 3.051 millones de euros, mientras que la facturación de los mercados de Asia-Pacífico descendieron una décima porcentual, hasta 2.919 millones de euros.
De su lado, los gastos de Heineken crecieron a un mayor ritmo, hasta 19.409 millones de euros, un 5,5% más. De esa cifra, 13.967 millones de euros (+5,3%) se correspondieron con la compra de materia prima para realizar sus productos, mientras que los costes de personal crecieron un 5,6%, hasta 3.749 millones de euros, y los gastos de amortización y depreciación avanzaron un 6,8%, hasta 1.693 millones de euros.
"De cara a 2019, esperamos que el entorno se mantenga incierto y volátil", ha subrayado el presidente y consejero delegado de Heineken, Jean-François van Boxmeer, añadiendo que estima que el beneficio operativo crecerá en torno a un 5% de manera "orgánica".
El primer ejecutivo de la firma cervecera también ha destacado el "sólido rendimiento" de Brasil, pese a la devaluación del real brasileño a lo largo del año pasado.