Iberia y su matriz AIG logran un respiro de Bruselas: no perderán automáticamente su licencia para volar dentro de la UE el 29 de marzo en caso de brexit caótico, una hipótesis que había cobrado fuerza en las últimas semanas. La Unión Europea ha llegado a un acuerdo para darles una prórroga de seis meses -hasta finales de septiembre- para reestructurar su accionariado y demostrar que seguirán siendo compañías europeas tras la salida de Reino Unido.
Según las normas comunitarias, la propiedad y el control de una compañía aérea de la UE debe estar mayoritariamente (es decir, más del 50%) en manos de europeos. Tras el brexit, los accionistas británicos dejan de contar como europeos y Bruselas tiene dudas de que Iberia, Vueling e IAG puedan continuar cumpliendo este requisito.
Los planes que han presentado hasta ahora las aerolíneas no han convencido a la Comisión Europea, que se ha mostrado en todo momento inflexible y amenazaba con retirarles la licencia para operar vuelos intracomunitarios (entre ellos todas las rutas dentro de España) a partir del 29 de marzo.
Sin embargo, la Eurocámara y los Gobiernos de la UE se han movilizado y acaban de llegar a un acuerdo para enmendar el reglamento que recoge las medidas de contingencia para asegurar las conexiones aéreas básicas en caso de un brexit caótico. En su propuesta original, el Ejecutivo comunitario no había previsto ninguna prórroga para Iberia. El Parlamento Europeo y los Veintiocho han pactado un plazo extra de seis meses.
"Si, como resultado del brexit, una aerolínea titular de una licencia operativa concedida por un Estado miembro deja de cumplir los requisitos de propiedad y control de la UE, tendrá seis meses tras la fecha de aplicación del reglamento (el 30 de marzo) para cumplir plenamente estos requisitos", señala el texto acordado, que todavía debe ser ratificado por el pleno de la Eurocámara y por los Gobiernos en los próximos días.
Un plan preciso en dos semanas
Si quieren beneficiarse de esta excepción, las compañías aéreas dispondrán de dos semanas a partir de la entrada en vigor del reglamento para presentar un plan "completo y preciso" con todas las medidas que tienen previsto aplicar para respetar plenamente las exigencias de la UE en ese plazo de seis meses.
La UE y el Gobierno español, que ha intercedido en Bruselas en nombre de las aerolíneas, creen que ya han hecho todo lo posible para salvar a Iberia y Vueling de un brexit caótico. Ahora son las propias compañías las que tienen que ponerse las pilas para ajustar su accionariado, sostienen. Lo contrario sería discriminar a otras aerolíneas también españolas, como Air Europa, que si respetan plenamente los requisitos de propiedad y control.
Hasta ahora, IAG se ha servido de su complejo sistema de propiedad para tratar de justificar que cumple los requisitos de la UE. El grupo posee todos los derechos económicos de Iberia Holdings, pero controla solamente el 49,9% de los derechos de voto. Garanair, que es propiedad de El Corte Inglés, tiene el 50,1% restante de las acciones con derecho de voto. Es decir, el control mayoritario de la compañía se mantendría en manos españolas tras el brexit. Sin embargo, esta línea argumental no convence de momento en Bruselas.
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