Abanca no está dispuesta a quedarse como un pequeño banco gallego que tiene una tímida presencia en Castilla y León, Cantabria, Madrid y Canarias. Su propietario, Juan Carlos Escotet, quiere más. Quiere crecer y pasar a convertirse en uno de los bancos medianos que estarán llamados a jugar un papel activo en el sector financiero del futuro.
Básicamente se trata de elegir ser cabeza de ratón o cola de león y, en este caso, parece que ha optado por lo primero. El último paso lo ha dado con su acercamiento a Liberbank. La entidad ha invitado al consejo de administración de la asturiana a abrir sus libros antes del 1 de marzo para plantearse la posibilidad de lanzar una opa por el 75% de Liberbank a 56 céntimos por acción.
Unos tanteos que han dejado descolocado al mercado. Es conocido el interés de Escotet por acercarse a Liberbank, pero nadie esperaba que irrumpiera en medio de la due dilligence que lleva a cabo el banco astur junto a Unicaja para fusionarse. Unas conversaciones que van a continuar, según han confirmado las dos partes. De hecho, fuentes cercanas a la entidad malagueña explican a EL ESPAÑOL que están confiados en que las conversaciones fructifiquen porque la entidad resultante sería mejor que la unión astur-gallega.
Abanca necesita crecer
El matrimonio andaluz y asturiano tiene todo el sentido industrial, como diría José Ignacio Gorigolzarri, pero en el mercado se da por descontado que el principal escollo podría estar en la ecuación de canje. De hecho, las horquillas han ido variando y, ahora mismo, los analistas hablan de un porcentaje de entorno al 52% para Unicaja y 48% para Liberbank de la entidad resultante.
Se abre, por tanto, un doble juego para Liberbank: negociar con Unicaja y escuchar al venezolano Escotet para ver qué tiene que decir.
¿Por qué este movimiento? Básicamente porque Abanca es consciente de que necesita ganar tamaño y de que, si no espabila, tendría que conformarse con las migajas que vayan quedando en el sector. Así que, parece lógico que intente buscar actores con los que crecer y el banco asturiano tiene también toda la lógica industrial para Abanca.
Se tratan de negocios cuyos balances son perfectamente complementarios, y que crearían también el sexto grupo por detrás del Sabadell en términos de volumen. Por si fuera poco, no habría problemas de concentración territorial.
Dónde son fuertes
Según datos de un informe de Credit Suisse, Abanca cuenta con una cuota del 35% en Galicia, del 3% en Castilla y León, del 2% en Asturias y del 1% en Cantabria, Madrid y Canarias. Liberbank, por su parte, tiene una presencia del 30% en Cantabria, del 26% en Asturias, del 31% en Castilla-La Mancha; del 23% en Extremadura, del 2% en Madrid y del 1% en Castilla y León y Andalucía.
Con el matrimonio de Abanca y Liberbank se generaría un gran banco del norte que, además, ayudaría a Escotet a “acercarse al empresariado”, según el economista Javier Santacruz, quien destaca que para el venezolano es algo fundamental. “Ya lo hace en Galicia, en donde se acerca todo lo que puede a las grandes fortunas gallegas”, sentencia.
Sabedor de que en la banca mediana y tan arraigada como son las entidades procedentes de las antiguas cajas de ahorro la presencia de los empresarios y las familias tradicionales es importante, Escotet ha lanzado un guiño a los accionistas históricos de Liberbank: les ofrece la posibilidad de cambiar su participación por acciones de Abanca u optar por el efectivo.
Así que si la propuesta sale adelante y Abanca lanza la opa, tendrá mucho que decir la familia Masaveu, que controla el 5,52% de la entidad. No será tanto por su peso en acciones como por su influencia histórica en la banca asturiana. También el mexicano Enrique Tinajero (7,09%) tendrá que dar su visión y, por último, habrá que conocer la opinión de Oceanwood (16,72%) y las de las fundaciones de las antiguas cajas (Asturias, Extremadura y Cantabria) que dieron lugar al origen de Liberbank.
El papel de los históricos
Pero los históricos accionistas no tendrán sólo presencia en el nuevo banco que surja de la unión de Abanca y Liberbank, el banco gallego se compromete también a mantener toda la actividad cultural y de obra social que se viene desarrollando hasta ahora en las zonas de influencia de la asturiana.
Escotet quiere crecer, y hacerlo en el norte le ayudaría a dar continuidad al modelo de negocio de Abanca. ¿El motivo? “Sabe sacar rentabilidad al negocio bancario en las zonas rurales y en ciudades pequeñas, porque es el modelo que aplican en Galicia”, explica Santacruz.
Un sistema de banca que, para el analista, tiene todo el sentido para llevar a cabo en Cantabria, Asturias y Extremadura. Precisamente los lugares donde más fuerza tiene Liberbank.
¿Quién ganará el trofeo de Liberbank? Es pronto para saberlo. Ahora todos tendrán que medir sus fuerzas, especialmente los accionistas de la asturiana que, por lo visto, han empezado la casa por el tejado y han decidido lanzarse a hablar con Escotet al margen de la entidad. Esto acaba de empezar. ¿Pensamos en un trío bancario?