Barcelona

En el Mobile World Congress a los fabricantes de móviles se les está llenando la boca de 5G. Samsung, Huawei, Xiaomi o LG han presentado dispositivos con esta tecnología y los operadores han enseñado algunas de las capacidades que ya tiene, como la impresionante demostración de una operación teleasistida de Vodafone o los pilotos de coche conectado de Telefónica, en colaboración con Seat.

Pero es razonable que el usuario de a pie se pregunte: ¿para qué quiero yo un móvil 5G? Y hay una buena respuesta para eso.

Los operadores pueden decir lo que quieran de cosas como la baja latencia o su utilidad para el juego online o la ciudad conectada, pero lo más importante para ellos del 5G es que consiguen multiplicar por diez la capacidad de la red. Y eso tiene ventajas para nuestros lectores. Ventajas tangibles.

El piloto de coche conectado de Telefónica y Seat en las inmediaciones del MWC.

Hablando con un directivo de la filial neerlandesa de T-Mobile hace unas semanas, me comentó que para ellos la única ventaja real a corto plazo de esta tecnología es que permite mantener su estructura de tarifas planas ilimitadas de datos a un coste más reducido. Santiago Tenorio, director de red de Vodafone, me confirmó que ésa será una de las diferencias clave para ellos con respecto a 4G.

La 5G que estamos viendo viene acompañada por las siglas “NSA”, “non-standalone” o “no por sí misma”. Funciona sobre las actuales redes 4G, no es una estructura independiente. Eso no es, necesariamente, un problema, pero lo cierto es que los operadores ya han introduciendo novedades propias del 5G en el 4G, de forma que para los usuarios que cuentan con teléfonos avanzados no debería haber grandes diferencias. Vodafone incluso ha incorporado una manera de tener baja latencia sobre su anterior tecnología.

Margen para monetizar

Pero el aumento de capacidad sí es tan significativo que va a cambiar las cosas. Para mercados como el de Países Bajos, donde ya había tarifas planas ilimitadas, puede que el usuario no lo note, dado que ya las venía disfrutando. Pero en España, donde aún no existen, puede haber un caso de uso muy directo: si tienes un teléfono 5G, te damos una tarifa realmente plana. 

Eso aún daría un poco de margen a la monetización por parte de los operadores, que durante un tiempo podrán ofrecer una combinación de ventajas tecnológicas de una nueva tecnología con glamour, pero que tampoco suponen una enorme diferencia para el cliente, pero con una ventaja que todo el mundo entiende: datos iliimitados.

Los fabricantes de móviles que se están lanzando al 5G tendrían así, además, la posibilidad de tener un argumento para vender por un tiempo teléfonos más caros, que son los únicos que tienen esta tecnología.

En todo caso, Antonio Coimbra, máximo responsable de Vodafone en España, insistió en algo que hemos venido repitiendo desde EL ESPAÑOL: que nadie espere grandes despliegues de 5G hasta 2020. Los operadores se han gastado mucho en fútbol, en reestructuraciones y en otras cuestiones. Tendremos pilotos y exploración de casos de uso. Mientras tanto, ¿qué tal las opciones de una tarifa plana de verdad para los primeros exploradores? La cosa suena bien. Que no se extrañe el lector de ver noticias en este sentido.

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