Caixabank ha tenido que realizar un ajuste de su participación en Telefónica debido a la mala racha en bolsa que padece la operadora. En concreto, el valor patrimonial del 5,01% que el banco tiene en la compañía se valoraba, a cierre de 2018, en 1.905 millones de euros. Es decir, 204 millones menos que un año antes.
El cambio de valoración se produce por la caída del precio de los títulos de Telefónica. En concreto, durante todo el curso 2018 registraba un descenso en bolsa del 10,7%. Cerraba el año en los 7,34 euros por título tras inaugurarlo en los 8,17. Una tendencia que parece haberse revertido con el inicio de año ya que, al cierre de este lunes, sus títulos se situaban en los 7,70.
El banco que lidera Gonzalo Gortázar no ve afectado su beneficio por el ajuste. Tras la entrada en vigor de las nuevas normas internacionales de contabilidad, IRFS9, estos procesos se cargan contra el patrimonio (es decir, contra reservas). Esto implica que las minusvalías latentes en participadas no tengan que provisionarse.
A cierre del ejercicio la participación de Caixabank en Telefónica era del 5,01% lo que la convierte en el segundo accionista por detrás del BBVA (5,28%) y por delante de Blackrock con el 5,08%. Una posición que le reportó unos ingresos por dividendos de 103,8 millones de euros en el conjunto del ejercicio.
Hasta abril del año pasado, la participación de Caixabank estaba blindada por un equity swap sobre algo más de 43 millones de acciones que fue cancelado por la entidad financiera.
El CEO de Caixabank ha expresado en distintas ocasiones su apuesta por Telefónica a la que ve como un socio estratégico de cara a futuro. Con la transformación que está por venir en el sector financiero, tener como aliada una operadora parece tener todo el sentido del mundo. Especialmente si, en algún momento, la operadora decidiera poner en marcha algún tipo de banco online.
Ya en 2017 las dos compañías lanzaron una propuesta de créditos rápidos a través de Telefónica Consumer Finance, la financiera que comparten y que se dedica a la financiación de los terminales que vende Movistar en su red de tiendas.