Car2go ha anunciado este jueves que pasará a formar parte de Share Now, el vertical de carsharing de la joint venture acordada por Daimler y BMW. De esta forma, los coches que la compañía tiene en Madrid, única ciudad española donde operan, tendrán ambos logos durante algún tiempo, hasta dejar únicamente el de Share Now.
Aunque consideran que es “pronto” para afirmar que con la nueva marca llegarán más vehículos, el CEO de Share Now, Olivier Reppert, ha señalado que no estarán “en las ciudades que no quieran al carsharing”. Así ha respondido Reppert a la pregunta sobre si la tasa que planea Barcelona puede ser un impedimento para su llegada a la capital catalana.
“El carsharing solo tiene éxito si trabajamos mano a mano con las ciudades”, ha dicho Reppert en rueda de prensa. En esta línea, ha destacado que la movilidad compartida “tiene motivos suficientes para convencer a las ciudades” y evitar que estas “impongan tasas al carsharing”.
Sin embargo, en el Ayuntamiento de Barcelona lo tienen claro: la ocupación del espacio público se paga. Una vez aprobada la normativa sobre el bikesharing y el motosharing en la ciudad, el Consistorio trabaja en un plan de movilidad que incluya una tasa para los coches compartidos. Como ya explicó este periódico, esa tasa sería superior a la de las motos y por lo tanto, supondría un pago de más de 70 euros por vehículo al año.
Analizar el mercado
“Sería genial entrar en otras ciudades. No quieres empezar un servicio como este solo en una ciudad por país, siempre queremos más, pero estamos en una fase demasiado temprana para decidir qué pasos tomar”, ha descrito Reppert.
El CEO de Share Now ha señalado que los vehículos de la marca se mueven entre 7 y 8 veces más que un coche particular, ese es uno de los motivos, dice, para que “las ciudades apuesten por el carsharing.
“Estamos convencidos de que podemos ofrecer a nuestros clientes diferentes casos de uso, tenemos un compromiso y creemos que el futuro del carsharing es el vehículo eléctrico”, ha afirmado.
La tasa, un impedimento
Share Now no es la primera empresa de carsharing que critica el plan de Colau. En el caso de Zity, aunque cree que el impuesto “no haría inviable el proyecto” consideró en una entrevista publicada por este periódico que “todos los costes añadidos al proyecto, tarde o temprano terminan siendo traspasados a la tarifa”.
En la misma línea se expresó el CEO de Emov: “Todo tipo de barreras administrativas que puedan imponer para poder utilizar coches como los nuestros en la ciudad, serán barreras para el acceso, porque al final una empresa como la nuestra lo que pretende, igual que nuestro servicio ecológico y sostenible, también quiere ser sostenible a medio plazo”.
La única empresa que opera el carsharing en Barcelona, Ubeeqo, lo hace con el modelo roundtrip, es decir, que sus vehículos deben ser aparcados en párkings, por lo que no ocupan espacio público.