El ejercicio 2018 será recordado de forma muy distinta en los despachos de las seis grandes compañías de construcción y servicios cotizadas españolas (ACS, Acciona, FCC, Ferrovial, Sacyr y OHL). Pese a la disparidad de resultados cosechados, sobre todo en materia de beneficios, hay una serie de patrones que coinciden: la apuesta por el negocio internacional y la reducción del endeudamiento.
Desde que estalló la fatídica crisis económica de 2008, este grupo de compañías ha intensificado su perfil internacional. Tras una década de grandes esfuerzos, las empresas de construcción y servicios españolas se han convertido en las líderes del sector a nivel mundial plantando cara a gigantes europeos, australianos y norteamericanos.
Durante 2018, la facturación conjunta de estas compañías alcanzó los 62.645 millones de euros. Esta cifra supone un aumento del 5,53% con respecto al ejercicio del año anterior. Un resultado en la que hay que tener en cuenta que 2018 fue un año especialmente negativo en la comparativa de las divisas internacionales con el euro.
Dado el peso del negocio internacional, este efecto es muy notable. En concreto, las compañías españolas facturaron 47.470 millones de euros en el extranjero durante 2018, lo que representa que el 75% de su negocio se generó fuera de las fronteras españolas.
En este apartado ACS, 86%, Ferrovial, 77% y OHL, 77%, fueron las compañías en las que más peso tuvo el negocio extranjero. FCC, por su parte, fue la única de las seis grandes en las que el mercado nacional pesó más que el internacional, que llegó al 45%.
Entre los mercados en los que más éxito han tenido las compañías españolas destacan Estados Unidos, Latinoamérica y Australia.
Cartera conjunta de 165.000 millones
De cara al futuro, las perspectivas parecen, cuanto menos, tan positivas como el 2018. Las seis grandes constructoras españolas acumulan una cartera de pedidos pendiente de ejecutar que supera los 165.000 millones de euros. Una cifra que, por ponerla en contexto, supone más del 13% del PIB español, valorado en 1.206.878 millones de euros.
En esta partida ACS, 72.223 millones de euros, Sacyr 41.674 millones de euros y FCC, 28.971 millones de euros, son las compañías que más trabajo tienen asegurado de cara a los próximos años.
La cifra conseguida durante 2018 supone un incremento del 3,38% con respecto a 2017. Durante este ejercicio las empresas españolas acumularon una cartera valorada en 159.000 millones de euros.
En lo que tiene que ver con la deuda, el trabajo de las constructoras españolas ha sido muy destacado. Entre las seis empresas acumulan una deuda de 14.700 millones de euros a cierre del 2018. Esta cifra representa una reducción del 14% en sólo un año. Más de 2.400 millones que las compañías españolas han compensado tan solo en 12 meses.
Aunque todas ellas están haciendo un trabajo muy intenso en esta materia hay que destacar la reducción realizada por ACS por encima de todas las demás. La compañía presidida por Florentino Pérez ha recortado 9.334 millones desde 2011. Unos esfuerzos que le han permitido dejar a cero su deuda.
De cara a 2019 las perspectivas del conjunto del sector son muy positivas. La valoración generalizada señala que en el próximo ejercicio van a mejorar sus márgenes y sus ratios de ebitda. Un año en el que la eficiencia será el factor fundamental. Las seis grandes apuestan por maximizar la captación de proyectos que les aseguren conseguir márgenes más sólidos durante los próximos 12 meses.