Botín acelera: ‘pesca’ en Google y Amazon y aumenta la inversión para digitalizar el Santander
El próximo plan estratégico establecerá las principales prioridades en esta materia de la entidad bancaria
5 marzo, 2019 07:23Noticias relacionadas
Ana Botín tiene muy claro cuál debe ser el gran objetivo del nuevo plan estratégico del Santander para los próximos tres años: acelerar la digitalización del Santander. Una apuesta que anunció en la última presentación de resultados, y a la que está dando claras muestras de apoyo con los movimientos más recientes de la entidad.
¿El último? La incorporación de Aiaz Kazi como nuevo responsable de Plataformas, un puesto de nueva creación. Kazi era, hasta ahora, el máximo responsable del ecosistema de plataformas y almacenaje en la nube de Google. Ahora será el encargado de poner en marcha el Santander del futuro: “una gran plataforma abierta de servicios financieros”, como vaticinaba la presidenta del banco en la última junta.
Los nuevos espacios deberían permitir al Santander ofertar “una amplia gama de productos al mejor precio, en cualquier canal, en cualquier momento y en cualquier lugar”, explicaba Botín en la presentación de los últimos productos lanzados por su gran laboratorio digital: Openbank. El banco online que prepara ya su salto a tres países.
La llegada del 'gurú'
Las nuevas plataformas que Kazi tendrá que liderar a partir de ahora cuentan también con otros discípulos aventajados: Súper Digital en Brasil, dirigida a clientes no bancarizados; One Pay para pagos internacionales basada en blockchain; y la inversión en otras empresas vinculadas a los registros contables compartidos como Ripple y Digital Asset; o en otros proyectos como Global Payments Steering Group o Hyperledger.
Una estructura sobre la que tendrá que trabajar el nuevo fichaje. Tendrá como principal referente en el consejo a Henrique de Castro, otro exGoogle que será quien tenga que predicar entre los consejeros la importancia que tiene apostar por la digitalización para hacer frente a los retos que están por venir: los económicos (en un entorno de tipos en mínimos históricos) y los corporativos, ante el auge de las fintech y la posible llegada de gigantes como Google, Facebook o Amazon al sector.
Además, en los últimos meses, también ha fichado a un nuevo responsable de pagos, Chirag Patel (procedente de Amazon) y a Jose Resendiz, que se ocupará de la experiencia del usuario. En su caso, proviene de la tecnológica NCR.
Pero como no sólo sólo se puede vivir de fichajes, Botín ha decidido poner también incentivos a los 250 principales responsables de digitalizar el banco. Serán 30 millones de euros, 120.000 euros por cabeza, si se logran en 2019 todos los objetivos prefijados.
La alianza con IBM
¿Cuáles son? lanzar una plataforma global de servicios a comerciantes; poner en marcha una plataforma global de servicios de comercio; la migración de Openbank a una plataforma de nueva generación y su expansión a tres países; la extensión de la iniciativa SuperDigital de Brasil a, al menos, otro país y, por último, abrir la aplicación de pagos internacionales basada en blockchain a clientes ajenos al grupo.
Por si fuera poco, en los últimos meses también ha firmado una alianza con la tecnológica IBM por 320 millones por el que la multinacional americana se convertirá en el principal socio y asesor del banco para avanzar en su proceso de digitalización.
Empiezan a ponerse así los primeros cimientos de un nuevo Santander más digital. En él, además de las plataformas de productos, se apostará también por completar la digitalización del ‘core’ de la entidad, así como por un modelo más centralizado a través del grupo.
Se estima que, por ejemplo, transformando el centro de atención al cliente y aprovechando las sinergias, podrían lograrse 200 millones de euros en ahorro de costes y aumentar en 100 millones las ventas a medio plazo.
Y es que, como suele ocurrir con estos procesos, el objetivo es incrementar la rentabilidad a medio plazo. El RoTE debe situarse entre el 13 y el 15%, pero también se intentará incrementar la base de 32 millones de clientes digitales. Una clientela mucho más vinculada, con una menor rotación que la tradicional y que deja unos ingresos 3,4 veces mayores por persona.