Cabify vuelve a Barcelona a partir de este jueves. Lo hará con una flota de 300 coches y con un tiempo de contratación previa. Es decir, que asume las exigencias de la Generalitat impuestas en el llamado 'decreto Calvet' pese a que supone "un elevado coste que no tiene el deber jurídico de asumir".
La empresa cumplirá también con la desactivación de la geolocalización. De este modo, sus usuarios no sabrán dónde están los coches de Cabify hasta que tenga contratado el servicio. Del mismo modo, se asumirá la inscripción en el registro de VTCs de Fomento, en el que quedará constancia de todos los viajes realizados.
La solución que ha encontrado la compañía es la de ofrecer el servicio de VTC de forma directa, alejándose de proveedores externos. Es decir, pasa a "prestar el servicio de alquiler de vehículos con conductor".
¿Por qué vuelve?
De este modo, Cabify da marcha atrás en su decisión de abandonar Cataluña anunciada hace tan sólo un mes. ¿El motivo? "Salir al rescate del sector y de los miles de puestos de trabajo" que hay en la región, pero también para atender "las necesidades de los viajeros" que tienen en Cataluña.
A partir de este jueves los usuarios de Cabify en Barcelona tendrán que aceptar unas nuevas condiciones del servicio "acordes con el nuevo (y gravoso) modelo de negocio" que tendrá la compañía. Un sistema de funcionamiento distinto al que mantiene en el resto del país, en donde la contratación de sus coches se efectúa de forma inmediata.
Se trata de un nuevo modelo que "será transitorio". La empresa fundada por Juan de Antonio se muestra convencida de que estamos ante una norma "inconstitucional y que es contraria al interés general de la ciudadanía". Por tanto, "confía en que el decreto de la Generalitat sea declarado nulo por los tribunales en un futuro próximo".
Si esto no se produjera la propia empresa asume que "podría volverse a ver forzada a plantearse su continuidad en Cataluña", sentencia el comunicado. Es por ello por lo que tiende la mano para "tener un debate con rigor sobre la movilidad en Barcelona", según su fundador, Juan de Antonio.