Propongo que alguien invente un VAR para uso empresarial. Una máquina del tiempo, a lo “Regreso al futuro”, también podría ser válida.
El uso sería sencillo: cuando lo que ha ocurrido no está claro, hacemos moviola, vemos la repetición y valoramos si mantenemos la decisión inicial o cambiamos de planes.
Veamos algunas situaciones, a modo de ejemplo:
Ese nombramiento de flamante directivo, que pocos meses después evidencia que no era la persona adecuada.
También cuando se ha despedido a alguien, en un inoportuno momento, y posteriormente se descubre que el despedido era realmente mucho más valioso de lo que parecía y que ojalá siguiera en la empresa.
Una adquisición o venta de una unidad de negocio que parecía ser la gran oportunidad del siglo, y que después ha sido un lastre de proporciones importantes.
Ese momento en el que alguien de la organización realiza unas declaraciones públicas que dejan en evidencia algo que pone a la empresa en un aprieto.
El presupuesto fuera de precio que se presentó en cierto concurso y que por querer ganar demasiado no se consiguió.
El momento en el que el negociador de la compañía ofrece un precio ridículo que es aceptado por el comprador con tanta premura que automáticamente se sabe que se ha vendido mal.
Cuando un comentario en redes sociales adquiere una virulencia no deseada con perjudiciales resultados.
Venga, va, cualquier cosa de la que después nos podemos arrepentir.
Si, el VAR puede ser una buena herramienta, pero mientras la tenemos con nosotros, a ser posible en una versión adecuada para smartphones, hay otra posibilidad que consiste en intentar tomar mejores decisiones basándonos en los pilares que toda organización debería tener. Estoy pensando en la Misión, Visión y Valores de la organización. Esto es bastante fácil, haciéndonos 3 preguntas:
¿Esta decisión o acción que voy a emprender está respaldada por la misión de la empresa?, ¿tiene sentido en el contexto de la misión de la organización?
¿Es una decisión o acción que nos aproxime a la visión de la compañía o por el contrario podría alejarnos?
¿Y qué hay de los valores?, ¿son decisiones que honran los valores que pretendemos tener en la empresa o estamos haciendo algo contrario a nuestros ideales filosóficos?
Parafraseando a Drucker, es muy irresponsable tomar decisiones que parezcan aportar importantes beneficios a corto plazo si se hace en aras de un futuro incierto que podría traer consecuencias irrecuperables.
El VAR es útil en decisiones que tomamos en fracciones de segundo, pero mala empresa es la que basa su futuro es decisiones que no han pasado un proceso de mínima reflexión y análisis.
Tengamos calma en estos tiempos de aceleración sin frenos.