Si las operaciones empresariales se rigieran de la misma manera que las apuestas deportivas, la posibilidad de que SNCF, el operador ferroviario público francés, entre a formar parte del consorcio configurado por Acciona y los accionistas de Air Nostrum sería la opción peor pagada. Esto quiere decir que los apostantes verían esta posibilidad como la más probable. Una situación que en los últimos días podría estar cambiando.
SNCF, Trenitalia, el operador público italiano, e Italo, el operador privado del mismo país, son las tres compañías que actualmente negocian con Acciona y Air Nostrum su integración en lo que será la primera empresa en competir con Renfe en el mercado de alta velocidad.
Desde el sector siempre han dado por supuesto que SNCF sería la pieza que culminara el puzzle del nuevo operador ferroviario español. Las negociaciones comenzaron hace meses y todo parecía encajar. Pero, en este tiempo, las opciones italianas han ido ganando peso, algo que se ha tenido en cuenta desde el lado francés.
Lejos de titubear, SNCF ha dado pasos firmes. La francesa es la única compañía extranjera que ha comunicado de forma oficial a instituciones y ministerios españoles su intención de entrar en el mercado español. De hecho, en los últimos encuentros la compañía habría recalcado una opción que hasta ahora parecía más remota: está dispuesta a operar sin asociarse con compañías españolas.
En el contexto de la liberalización no hay ninguna limitación para que SNCF opere sin socios locales. De hecho, la empresa cuenta ya con licencias que le permiten operar en España. A nivel estratégico, contar con un socio local siempre favorece la entrada en un mercado. Más cuando el rival va a ser una empresa pública estatal.
La compañía francesa ha querido lanzar un mensaje para dejar claro que formar parte del grupo de Acciona y Air Nostrum no es su única opción. En el lado del consorcio español han recogido el guante y se han mantenido firmes. También consideran que las otras dos alternativas son igual de atractivas que la francesa.
Las fortalezas de cada compañía
Cualquiera de las tres opciones por las que finalmente opte el consorcio de Acciona y Air Nostrum tienen fortalezas. En el caso de SNCF pondría a disposición de la nueva empresa un músculo tremendo en lo que respecta al material rodante. Además, la francesa aportaría un conocimiento estratégico: es la empresa con mayor experiencia en productos 'low cost' ferroviarios.
Trenitalia, por su parte, es una máquina de generar beneficios. En sus últimos ejercicios la empresa ha superado ampliamente los 500 millones de euros de ganancias netas anuales. Además, ha sufrido en sus carnes la aparición de un operador privado por lo que tiene un gran conocimiento de los efectos de la entrada de competencia en un mercado.
Por último, Italo es hoy, lo que Acciona y Air Nostrum aspiran a ser dentro de unos años. Se trata de una de las empresas de transporte más eficientes del mundo que aplica las más avanzadas tecnologías a sus estrategias de comercialización. Además tiene el plus de ser una empresa privada, lo que facilitaría mucho las relaciones entre socios frente a SNCF o Trenitalia que, al ser empresas públicas cuentan con componente político.
En este contexto, las negociaciones están llegando a su punto clave. Pese a que José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona, señaló el próximo verano como fecha límite para terminar de configurar el nuevo operador, desde el sector apuntan a que antes de Semana Santa conoceremos la decisión final.
Durante las próximas semanas sabremos si las apuestas señalaban al ganador o, si por el contrario, la decisión final hace saltar por los aires todas las quinielas.