Telefónica ha recomprado bonos híbridos de dos emisiones con vencimiento en diciembre de 2019 y marzo de 2020 por un importe total de 934,7 millones de euros, frente a los alrededor de 1.300 millones de euros que estaban todavía en circulación en el mercado, según ha informado la compañía en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En concreto, la compañía detalla que de la emisión por valor de 850 millones de euros cuyo vencimiento está previsto para diciembre de 2019, y de los que quedaban en circulación 704,8 millones de euros tras la recompra realizada de 2018, ha adquirido bonos híbridos por importe de 586,5 millones de euros.
Por su parte, en el caso de la emisión por valor de 750 millones de euros que vence en marzo de 2020, Telefónica ha aceptado la recompra de bonos híbridos por importe de 348,2 millones de euros, frente a los 591,8 millones de euros que aún seguían en circulación en el mercado.
El precio pagado por la compañía por cada 100.000 euros de importe nominal de los bonoss ha sido de 103.038 euros para los que vencen en 2019 y de 104.923 euros por lo de 2020, a lo que se sumará un importe igual al interés devengado y no pagado. La operadora explica que todos los bonos recomprados serán amortizados.
Asimismo, remarca que, tras su liquidación y amortización, mas del 80% del importe nominal agregado inicial de la emisión con vencimiento en 2019 habrán sido adquiridos y amortizados por Telefónica, hecho que le permite amortizar los bonos restantes en circulación.
GESTIONAR EL CAPITAL HÍBRIDO
Cuando anunció el proceso de recompra, Telefónica explicó que el objetivo de las ofertas era, entre otros, "gestionar de forma proactiva la base de capital híbrido del emisor" y ofreció la oportunidad de sustituir los bonos recomprados por otros nuevos con anterioridad a la llegada de las primeras fechas de amortización.
Para ello, Telefónica ejecutó el pasado 5 de marzo una nueva emisión de un híbrido por importe de 1.300 millones de euros sin fecha de vencimiento, pero con fecha de rescate de 6 años y una rentabilidad del 4,375%.
La demanda de esta emisión superó los 3.000 millones de euros, con una sobresuscripción de en torno a 2,5 veces y cerca de 300 órdenes, lo que permitió a la empresa alcanzar el objetivo de volumen suficiente para cubrir el importe máximo de la oferta de recompra de instrumentos financieros, que era de 1.300 millones de euros, y estrechar las indicaciones iniciales en 25 puntos básicos.
Con estas operaciones, la intención de Telefónica es mantener el nivel actual de capital híbrido, de aproximadamente 7.000 millones de euros.