Un dispositivo con forma de tornillo encontrado entre los restos del Boeing 737 MAX que se estrelló el domingo en Etiopía ha brindado a los investigadores la primera pista sobre la causa del accidente.
El estado en el que se encontró este elemento indicaría que el avión estaba configurado para descender en pleno despegue. El hallazgo ha sido conocido tras una primera revisión de los restos del avión, según declaró una fuente conocedora del caso que pidió mantener su identidad en secreto.
Esta prueba encontrada habría sido la que forzó a los reguladores de Estados Unidos a ordenar la prohibición de vuelo a los 737 MAX en territorio estadounidense.
Por otra parte, el New York Times informó que el vuelo 302 de Ethiopian Airlines con destino a Nairobi que sufrió el accidente estaba en problemas casi inmediatamente después del despegue. Según publica el medio, el avión se movía hacia arriba y hacia abajo de forma poco habitual.
Sólo tres minutos después de que comenzara el vuelo, mientras el avión aceleraba a velocidades anormales, el piloto habría pedido permiso para volver al aeropuerto, informó el periódico citando a una persona que revisó las comunicaciones de tráfico aéreo del avión.
"Solicito regreso a casa", dijo a los controladores aéreos el piloto mientras, desde la torre, se apresuraban a desviar a otros dos vuelos que se acercaban al aeropuerto. El avión habría acelerado mucho más allá de lo que se considera una práctica estándar. Todo el contacto entre los controladores aéreos y la aeronave se perdió cinco minutos después de despegar, según el informe.
El jefe de la Administración Federal de Aviación (FAA), Daniel Elwell, citó el miércoles pruebas no especificadas encontradas en el lugar del accidente como parte de la justificación de la agencia para hacer aterrizar a todos los 737 MAX y detenerlos temporalmente. Hasta ese momento, la entidad estadounidense se había mostrado contraria a parar los aviones a diferencia de las agencias de seguridad de Europa y China.