Andrea Orcel ha decidido emprender acciones legales para que conseguir que Banco Santander le pague una indemnización después del fracaso en su fichaje como nuevo consejero delegado de la entidad. El banquero de inversión ha contratado al bufete español De Carlos Remón para estudiar una posible demanda si no se alcanza un acuerdo previo con el banco presidido por Ana Botín. "Orcel lleva trabajando con este despacho desde la segunda semana de febrero, analizando su situación y, ahora, ha llegado el momento de definir la estrategia mediante la toma de decisiones", indican a Invertia fuentes del entorno del banquero.
Orcel, que vive actualmente "a caballo" entre España y el extranjero, medita la posibilidad de exigir al banco una indemnización "por los daños sufridos no solo por la pérdida patrimonial tras su salida de UBS, sino también en el ámbito reputacional", explican las fuentes consultadas.
Aunque la estrategia no está definida, todo indica que la demanda es uno de los caminos más previsibles teniendo en cuenta detalles como que el bufete dirigido por José Manuel de Carlos Bertrán es el mismo que el pasado mes de noviembre fue contratado por el expresidente ejecutivo de Abengoa, Felipe Benjumea, para interponer una demanda contra Banco Santander y HSBC por la ampliación de capital que Abengoa quiso acometer en septiembre de 2015 y que provocó un colapso de liquidez, abocando a la compañía al preconcurso de acreedores.
Ya hace unos meses, el diario 'Financial Times' adelantaba que el ya ex directivo de UBS llevaba tiempo contactando con varios abogados en España para iniciar una demanda por incumplimiento de contrato.
El banquero habría tenido algunas dificultades para encontrar una firma de alto perfil que no entre en conflicto de interés por haber asesorado al Santander en el pasado. Sin embargo, Orcel considera que la justicia estaría de su parte al contar, supuestamente, con una carta contractual en la que la entidad presidida por Ana Botín aceptaba un bonus de unos 50 millones de euros para compensar al directivo por la remuneración diferida que ganó en UBS y que perdió al dejar el banco suizo.
Según indicaba entonces el diario, Orcel espera alcanzar un acuerdo extrajudicial con Santander, pero parece dispuesto a demandar al banco si no recibe una oferta. Una demanda supondría un serio revés para la relación que el banquero de inversión mantiene desde hace años con la familia Botín, trabajando como asesor en las últimas grandes operaciones corporativas del Grupo.