Las grandes eléctricas, sobre el plan de Ribera: cuestionan la seguridad de suministro en 2030
En un documento remitido al ministerio, Aelec demanda un análisis de seguridad que genere "certidumbre" sobre la fiabilidad del sistema.
26 marzo, 2019 03:40Noticias relacionadas
El paquete de energía y clima del Gobierno de Pedro Sánchez está en el aire. Con forma de borrador, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), documento que el Ejecutivo envió a Bruselas hace poco más de un mes, se encuentra ahora mismo sometido a consulta pública. Esto permite que cualquier ciudadano, asociación o empresa puede presentar sus observaciones.
Por eso, las grandes eléctricas han remitido al ministerio que preside Teresa Ribera sus alegaciones al contenido del borrador. Iberdrola, Endesa, Naturgy, EDP y Viesgo, agrupadas en Aelec (antigua Unesa), consideran que los objetivos plasmados en el plan son "alcanzables", pero no de cualquier forma. En este documento, al que ha tenido acceso este periódico, las compañías apuntan a que el plan debe sentar las bases para alcanzar los objetivos marcados de reducción de emisiones a través de la introducción, principalmente, de renovables y de redes eléctricas.
"Esto sólo es posible si se avanza en el proceso de electrificación del país que, además, es el elemento clave si se pretenden alcanzar los objetivos de eficiencia energética", explican las eléctricas, que continúan: "Si no se siguen estos pasos, consideramos que los ambiciosos objetivos planteados sólo serán alcanzables a un coste excesivo, poniendo en peligro la sostenibilidad económica de nuestro sistema energético y la competitividad de nuestra economía".
Números que soporten el plan...
Reconocen las compañías que el esfuerzo que se plantea a 2030 es "elevado", e insisten que el principal esfuerzo en la descarbonización recae sobre el sector eléctrico, que aglutina el 43% del total de la reducción de emisiones previstas para entonces. En este sentido, el plan supone la introducción "masiva" de renovables y el abandono de la producción con carbón, además del adiós paulatino a las nucleares.
No obstante, echan de menos los números que soporten el plan. En este sentido, Iberdrola, Endesa, Naturgy, EDP y Viesgo insisten en que la propuesta de potencia instalada de energía eléctrica para 2030 "no viene soportada por un análisis en el que la entrada de las renovables resultantes venga determinada por criterios económicos y de minimización de costes del sistema".
Bajo este análisis, relata Aelec en el documento, debieran incluirse las alternativas consideradas en función de la información "disponible a día de hoy, y que tampoco debiera considerarse vinculante a 2030 sino orientativa" de las necesidades de energía para alcanzar el grado de producción de renovables fijado como objetivo. Para 2030, el PNIEC prevé un 42% de renovables sobre el uso final de la energía y un 74% de energía renovable en la generación eléctrica, así como un 39,6% de mejora de la eficiencia energética.
... y seguridad de suministro
"En relación a este mix de generación propuesto para 2030, se echa en falta un análisis de seguridad de suministro, así como a la posible necesidad de capacidad firme de cara a la retirada del carbón y parte de la nuclear". Esto, insisten, debería estar soportado por un análisis de seguridad del suministro que genere "certidumbre" sobre la fiabilidad del sistema.
El documento, Aelec reseña que el elemento de mercado que contribuye a la garantía de suministro son los mecanismos de capacidad. "A través de estos instrumentos se asegura el suministro y la ausencia de los mismos en las medidas que deben adoptarse para cumplir con los objetivos del Plan supone de facto un obstáculo al correcto funcionamiento del mercado".
Las compañías reprochan que el plan presenta un escenario en el que se mantiene íntegramente la capacidad de ciclos combinados, aunque funcionando un número muy reducido de horas, lo que, a su juicio, "agravará la situación actual de falta de recuperación de costes, sin explicar cómo va a mantener en funcionamiento este parque de manera económicamente viable".
Recoge el documento que la seguridad de suministro es una de las cinco dimensiones que se incluyen en la Unión de la Energía y que "va más allá de la reducción de la dependencia energética del exterior". "Sin una garantía de suministro adecuada, el proceso de electrificación se verá ralentizado porque los usos energéticos del transporte, la edificación y la industria verán obstaculizada su transición hacia el consumo eléctrico al existir incertidumbre sobre la cobertura de la demanda, dificultando de esta forma el cumplimiento de los objetivos de renovables y de descarbonización".
A fin de mantener la capacidad de potencia firme que aportan los ciclos combinados y desarrollar la adicional necesaria, insisten las compañías, debería implementarse de forma urgente un mecanismo de pago por capacidad y definir un procedimiento para determinar las necesidades de potencia firme con antelación suficiente para permitir su desarrollo.
Demanda de una reforma fiscal y apoyo al coche eléctrico
También reclaman las compañías que, aunque desde el lado de la demanda el plan habla de la necesidad de electrificación, echan en falta "medidas concretas" que permitan y fomenten este proceso.
Así, insisten en que sería conveniente que se estableciera un calendario y unos objetivos para llevar a cabo la electrificación de la economía, con unos hitos intermedios a alcanzar. Ponen de ejemplo el número de puntos de recarga de vehículos eléctricos, el porcentaje de reconversión de la flota de vehículos de las administraciones públicas a vehículos de bajas emisiones, o los objetivos de electrificación de elementos de calefacción y refrigeración.
En el documento, Aelec recoge que la electrificación de la demanda "sólo será posible por medio de una tarifa eficiente, así como una fiscalidad que deje de penalizar la electricidad". Por tanto, recalcan, se precisa una reforma fiscal "que elimine los cargos de la tarifa y modifique los impuestos de la electricidad, así como una modernización de los peajes eléctricos" que incentiven el uso adecuado de la red.
"La ausencia de estas propuestas puede suponer, en la práctica, una barrera para aumentar la electrificación de la economía a través del uso de renovables eléctricas y obstaculizar o encarecer artificialmente el cumplimiento de los objetivos propuestos", reseñan.
Además de en otros puntos del PNIEC, el documento de Aelec iniste en que, dentro de los mecanismos de actuación previstos para el impulso del vehículo eléctrico debería contemplarse el desarrollo de una Plan Básico de Infraestructuras de Puntos de Recarga para facilitar el despliegue del vehículo eléctrico en todo el territorio.
Recalcan las compañías que "sin este plan, se estará condenando al vehículo eléctrico a trayectos cortos y en ciudad, como segundo vehículo en muchos casos. Sin una cobertura de toda la geografía, en la práctica, se frena el cambio a esta tecnología y, por tanto, la mejora en el ahorro y la eficiencia, así como en la reducción de emisiones".
Desde el pasado 22 de febrero, día en que se presentó, y hasta el próximo 1 de abril, el ministerio para la Transición Ecológica recibirá las observaciones al paquete de energía y clima aprobado por Ribera. Después, se abrirá un periodo en el que en el ministerio decidirán si las tienen o no en cuenta.