Renfe no sólo quiere defenderse de los potenciales rivales que va a empezar a tener en España una vez que en diciembre de 2020 se liberalice el sector ferroviario español. El operador va a pasar al ataque en el extranjero. El presidente de Renfe, Isaías Taboas, ha anunciado que el plan estratégico de su compañía espera que en 2028 el 10% de los ingresos de Renfe vengan del extranjero.
El presidente de la compañía ha señalado durante un desayuno organizado por el Executive Forum España cree que tiene herramientas de sobra para hacer frente a sus competidores una vez tenga lugar la liberalización del transporte ferroviario es España.
Respecto a su futuro servicio 'low cost' Táboas ha declarado con anterioridad que su plan estratégico fija que lo lanzarán "unos meses antes" de que en diciembre de 2020 el transporte de viajeros en tren se abra a la competencia. Un servicio para el que la compañía va a destinar parte del material rodante que ya tiene encargado.
La operadora ferroviaria ampliará su oferta comercial tanto con la opción de 'low cost' pero también mejorando la actual. El objetivo es atraer a usuarios que a día de hoy no viajan en alta velocidad.
Para explicar la oportunidad que existe el presidente de Renfe ha tomado como ejemplo la ruta Madrid-Barcelona. "Actualmente nos ocupamos del 30% de los viajes que se realizan entre las dos ciudades. Podemos generar productos que nos permitan atraer a usuarios que hoy optan por el avión, el bus o el coche".
Foco en la digitalización
Desde la llegada al cargo de Tabóas y su equipo siempre han señalado que la transformación digital de la empresa es tan importante o incluso más que hacer frente a la competencia del sector liberalizado. El presidente de la empresa ha vuelto a incidir en este punto. "Sólo vendemos el 40% de nuestros billetes por nuestra web. Tenemos que conseguir que esto llegue casi al 100% en pocos años".
En este punto el presidente de Renfe ha señalado que la compañía ya ha puesto en marcha una renovación de su web. Uno de los principales puntos de contacto con el cliente y que desde dentro de la empresa saben que tiene gran margen de mejora para la que ya está lista la licitación del concurso para rediseñarla.
Otro de los puntos que ocupa un lugar relevante para la dirección de Renfe es la intermodalidad. En este sentido el objetivo de la empresa es convertirse en un operador integral de movilidad. Para ello, la compañía va a tener que realizar alianzas con diferentes operadores de movilidad urbana que le permitan vender billetes, no sólo de estación a estación, también de puerta a puerta.
En definitiva, el plan estratégico de Renfe pone de manifiesto los distintos focos en los que la compañía va a tener que centrarse en la próxima década. Unos retos en los que tan importante serán las decisiones que tome Renfe dentro de sus fronteras tradicionales, como fuera de ellas.