Twitter tenía este domingo entre sus trending topics un anuncio de Starzplay en el que se dice: "#STARZPLAY ya está disponible en España. Ver ahora en @orange_es". En EL ESPAÑOL ya habíamos publicado un artículo en el que hablábamos del lanzamiento de Starz, uno más de la oleada de plataformas de series que se nos han venido encima. Pero hay un problema: Movistar, HBO y Amazon le han hecho a Orange un Netflix.
¿Y a qué llamamos ‘hacer un Netflix’? Cuando Netflix llegó a España, se encontró con un problema. Sus mejores series no estaban disponibles en su nueva plataforma porque se las habían vendido a Movistar para distribuirlas en España.
En aquellos tiempos, la gran producción original de la compañía de Reed Hasting era House of Cards, con Orange is the new black como su escudera. El problema es que los nuevos episodios de esas series los emitía Movistar en exclusiva. De hecho, Movistar sigue ofreciendo la sexta temporada de ambas a sus clientes y Netflix sigue teniéndolas fuera de catálogo.
¿Y qué tiene Starzplay para sus clientes? Series muy menores y que hasta ahora nadie había querido traer a España. La más popular es Power, protagonizada por Curtis ‘50 Cent’ Jackson, una serie de 2014 que ya está haciendo su quinta temporada.
Vida es de 2018, ha renovado por una segunda temporada y, pese a las buenas críticas, tiene una media bastante miserable de audiencia del 0,04% en el demográfico de 18 a 49 años con sólo 130.000 espectadores. Now Apocalypse es estreno de 2019 y no ha dejado de caer en audiencia desde que salió a la calle. Girlfriend Experience tuvo dos temporadas entre 2016 y 2017 y no se volvió a saber de ella. The White Princess es una miniserie, secuela de la que ya se estrenó en 2013, y aunque ha tenido mejores datos que las anteriores, no tendrá continuidad.
¿Entonces es que Starz es un canal de chichinabo que ofrece series reguleras? Ni mucho menos. Sólo que no están en la plataforma de Orange. En los últimos años, Starz, filial de Liongate, ha tenido algunas de las series más atrevidas, interesantes y recomendables del mercado.
Outlander, con viajes en el tiempo, romance y batallas históricas en la Escocia del siglo XVIII. American Gods, la original adaptación televisiva del superventas de Neil Gaiman lleno de dioses, leprechauns y Crispin Glover. O Counterpart, una historia de espionaje entre dimensiones.
A eso hay que sumarle ya clásicos como Black Sails, la serie de piratas que recrea La Isla del Tesoro, y Penny Dreadful, tres temporadas a cargo de John Logan que nos dejaron con la boca abierta y ganas de mas. Esperamos, de hecho, una secuela en breve ambientada en 1938.
También nos ofrecieron en su día Spartacus, con su combinación siempre ganadora de sexo, violencia y coliseos. ¿Te gustan las películas de gladiadores? Y no nos olvidemos de Ash vs The Evil Dead, con las disparatadas aventuras de Ash Williams, su sierra mecánica y sus amigos contra las hordas demoniacas del Necronomicón.
¿El problema? Esas series están en otras plataformas. Las que siguen activas están en manos de diversas plataformas, Movistar tiene Outlander, la joya de la corona, y sigue emitiendo Penny Dreadful. Amazon está emitiendo en España, por su parte, American Gods y HBO tiene Counterpart. Netflix, por su parte, tiene amarradas las ya canceladas: Spartacus, Ash y Black Sails.
El problema no es único de Starz. Otros canales estadounidenses reconvertidos en plataformas que quisieran entrar tendrían un problema similar. Epix, por ejemplo, tiene dos series bastante reconocidas, Berlin Station y Get Shorty, y ambas están en HBO.
Está por ver cuántas cadenas de cable estadounidense podrán seguir jugando a tener un canal, vender sus contenidos a otros y, al mismo tiempo, presumir de tener su propia plataforma para streaming en países como España Lo que sí podrían hacer es copiar al más listo de la clase: HBO siempre se reservó la opción de mantener el control de sus series y, por eso, la última temporada de Juego de Tronos la emitirán ellos y Movistar al mismo tiempo.