La junta de accionistas de CaixaBank ha estado marcada por el ERE con el que la entidad pretende reducir en 1.257 trabajadores su plantilla en los próximos años. Las fuertes protestas de los sindicatos en la puerta del Palacio de Congresos de València anticipaban una jornada dura para los directivos del banco, que han centrado buena parte de su discurso en el "déficit reputacional" que afecta al sector financiero. "Supone un grave problema pero supone una oportunidad para poner en valor el modelo diferencial que distingue a CaixaBank", indican desde la compañía.
"No concebimos la actividad financiera sin un fuerte compromiso de la sociedad", ha afirmado Gonzalo Gortázar, consejero delegado de la entidad, durante la junta. El directivo ha iniciado su intervención ante los accionistas haciendo un repaso del ejercicio 2018, en el que CaixaBank ha reforzado su liderazgo comercial, reducido activos problemáticos y mejorado su rentabilidad.
Las prioridades de los próximos años, ha indicado Gortázar, pasan por "estar más cerca del cliente, mantener una rentabilidad que asegure la sostenibilidad y la retribución a los accionistas y seguir siendo referentes en banca responsable".
Según Gortázar, cuestiones como la irrupción de las nuevas tecnologías, el cambio de comportamiento de los clientes, el mantenimiento de un entorno de tipos bajos y la fuerte presión competitiva exigen, por un lado, inversión para adaptar la red al cliente y, por otro, "una búsqueda continua de eficiencia para asegurar la sostenibilidad".
En este sentido, el primer ejecutivo de CaixaBank ha explicado que la entidad quiere consolidar su modelo de oficina urbana Store, con un mínimo de 600 sucursales en 2021, apostando igualmente por mantener el modelo de AgroBank en el ámbito rural, con más de un millar de oficinas en poblaciones de menos de 10.000 habitantes.
Sin hacer referencia al ERE, Gortázar ha indicado que "la apuesta clave de la entidad es con las personas -clientes y empleados- y la sociedad en su conjunto" y ha destacado que las nuevas tecnologías permitirán ofrecer "la mejor experiencia" a los clientes, incrementar la productividad de la plantilla y reforzar su posición de liderazgo.
"No podemos ofrecer la mejor experiencia al cliente sin tener a las mejores personas y a las mejores personas motivadas", ha expresado Gonzalo Gortázar, quien ha incidido en que CaixaBank seguirá invirtiendo en formación, en cambiar el perfil de la organización y fomentar la diversidad y en impulsar la cultura de agilidad y el servicio al cliente".
PROTESTAS
Antes del inicio de la junta, un grupo de trabajadores de CaixaBank ha mostrado su "indignación" ante el ERE que plantea la entidad para 2.157 puestos de trabajo y las medidas de movilidad geográfica. "Esto es una purga, al que no se quiera ir le dirán 'tú te mueves aquí y si no, te despido'", ha explicado la responsable de Comunicación de CC.OO. en CaixaBank, Ruth Bolaños, quien ha lamentado que después de presentar unos resultados de 1.985 millones de euros "pretende hacer una reestructuración forzosa con 2.157 despidos y movilidades forzosas, además de empeorar las condiciones de trabajo de toda la plantilla que ha hecho posible esos resultados".
"Estamos indignados", ha apuntado, y por ello los sindicatos se han concentrado ante el lugar que reunirá a los accionistas de CaixaBank. Además, la plantilla ha sido llamada a un paro de 10 minutos a las 11 horas en todos los centros de España. "Hemos preparado esto para que se vea que estamos muy indignados", ha incidido, para agregar que dentro de la junta realizarán una intervención "en defensa de toda la plantilla".
En CC.OO., ha indicado, tienen claro que "ni despidos forzosos, ni movilidades forzosas" que podrían alcanzar los 100 kilómetros, con lo que ir a trabajar podría suponer en algunos puntos del país en determinadas carreteras "hasta tres horas, eso no es una opción".
"CaixaBank dijo que se podía llegar a replantear los despidos forzosos, pero no es suficiente", ha indicado la responsable de CC.OO., que además ha enmarcado este mensaje en la celebración de la junta: "Ya sabemos cómo funciona el poder de CaixaBank, ha tenido tres meses para hacer estas declaraciones y no lo ha hecho".
Además, ha señalado respecto a las salidas voluntarias que plantean para mayores de 53 años que en algunos territorios "no hay plantilla con esas edades", por lo que "la voluntariedad es imposible". "Están hablando de medidas forzosas y movilidad a la carta, esto es una purga", ha agregado.