El encarnizado enfrentamiento empresarial que protagonizan Airbus y Boeing en el mercado aeronáutico lleva 15 años teniendo su réplica ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). Tanto Estados Unidos como la Unión Europea lanzaron sendas denuncias acusando a sus respectivos fabricantes aeronáuticos de haber recibido diversas ayudas y subsidios que habían distorsionado el mercado. En ambos casos, la OMC dio por probado que así había sido.
Ahora, más de tres lustros después de que comenzara este conflicto, y con sentencias firmes en ambos casos, dirigentes estadounidenses y comunitarios han amagado con tomar represalias en forma de aranceles para castigar los productos del territorio contrario.
Como no podía ser de otra manera, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció a golpe de tuit su intención de tasar una serie de productos europeos. En la misma red social, desde la que lo mismo recomienda cambiar el nombre de un avión que ofrece soluciones para apagar incendios, Trump lanzó un avisó sobre su intención de poner tasas a productos europeos por valor de 11.000 millones de dólares.
Entre los productos de origen europeo señalados por las autoridades estadounidenses destacan dos categorías. Por un lado, la primera lista incluía helicópteros, aviones o piezas para construirlos procedentes de Francia, España, Alemania y Reino Unido, países donde Airbus tiene factorías.
Además, las sanciones de EEUU tenían en su punto de mira productos agrícolas como aceite de oliva, vino, naranjas o quesos de diferentes orígenes comunitarios como el Roquefort, Stilton o Cheddar.
Otros productos típicos europeos como relojes, tanto de mano como de pared, o cosméticos también se incluyen en la lista.
Tasas europeas: Desde tractores al whisky
La Comisaria de Comercio de la Unión Europea, Cecilia Malmström, también utilizó Twitter para comunicar las medidas que Europa va tomar con los productos estadounidenses. Con un estilo más sutil que Trump la mandataria europea se limitó a hacer una retuit de un comunicado colgado por Daniel Rosario, portavoz de comercio y agricultura.
Malmström realizó además un comunicado en un tono firme pero dejando la puerta abierta al diálogo: "Las empresas europeas deben poder competir en términos justos e iguales. La reciente resolución de la OMC sobre los subsidios que Estados Unidos dio a Boeing es importante en este sentido. Queremos un terreno de juego nivelado para nuestra industria. Debemos estar preparados para tomar medidas en caso de que no haya otra salida, pero sigo creyendo que el diálogo es lo que debe prevalecer entre socios importantes como la Unión Europea y los Estados Unidos. Permanecemos abiertos a negociar con EEUU, siempre que no existan condiciones previas y apunten a un resultado justo".
La lista publicada el miércoles cubre una gama de unos 300 artículos que van desde aviones hasta productos químicos o agroalimentarios (desde pescado congelado y cítricos hasta ketchup). En total, representan unos 20.000 millones de dólares de las exportaciones de Estados Unidos a la Unión Europea.
La Comisión Europea ha lanzado una consulta pública sobre la lista preliminar de productos de los Estados Unidos. El periodo para responder a ella durará hasta el 31 de mayo de 2019, momento en el que se perfilará la lista definitiva.
Un paso más tras los aranceles al acero
Pese a que desde fuentes comunitarias se insiste en que el objetivo es llegar a una solución pactada con Estados Unidos, estos amagos suponen un nuevo capítulo tras los aranceles impuestos al acero por parte de Estados Unidos durante el pasado verano. La Comisión Europea notificó el pasado mes de febrero a la OMC su intención de imponer aranceles definitivos del 25% a las importaciones de 26 categorías de productos de acero de terceros.
El objetivo de esta medida es defender a los productores europeos y frenar el desvío de exportaciones de acero al mercado europeo a raíz del arancel del 25% al acero impuesto por la Administración Trump desde el pasado mes de julio.
Bruselas argumentó que la situación en el mercado del acero europeo se ha visto "agravada" por el desvío de las exportaciones tras el arancel restrictivo de EEUU tras recordar que la industria europea aún no se ha recuperado de la crisis del acero mundial e insiste en que si siguen aumentando las importaciones de acero al mercado europeo habrá una presión a la baja de precios.
En este contexto, Estados Unidos y la Unión Europea siguen desandando el camino de acercamiento que consiguieron con la anterior Administración Obama. Queda por ver si antes de que se tomen las medidas más drásticas anunciadas, al igual que otros enfrentamientos protagonizados por Trump en redes sociales, cuando llegue la hora de sentarse a negociar en la mesa, las posturas terminen siendo más razonables.
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