En el sector de los seguros el análisis de riesgos forma parte del núcleo del negocio. En todo cálculo del scoring de un usuario, sea un particular o una empresa, la valoración y el estudio de riesgos es el eje en torno al que gira cualquier producto asegurador. En este contexto existen cuestiones globales y sistémicas que afectan a todas las industrias.
Desde hace 14 años el Grupo Zurich realiza su informe de riesgos globales. En el caso de la edición 2019, sus principales conclusiones se dieron a conocer en el último Foro Económico Mundial celebrado en Davos. Alison Martin, Directora General de Control y Gestión de Riesgos del Grupo Zurich, repasa para EL ESPAÑOL las claves de este informe y de los cambios que está viviendo la industria del seguro en su conjunto.
¿Cuáles son los principales cambios que han detectado en materia de riesgos en estos 14 años?
Si miramos a las tendencias a largo plazo de los riesgos durante los 14 años en los que hemos realizado nuestro informe de riesgos globales, el mayor cambio lo vemos en el lugar que ahora ocupan los riesgos medioambientales. En el pasado no existían una conciencia tan marcada como la que hoy tenemos por los importantes efectos que pueden tener en la economía los problemas medioambientales. Este elemento es el que más hemos visto evolucionar en lo que tiene que ver con el largo plazo. En cuanto a los riesgos en el corto plazo, nos encontramos con que la inestabilidad política es el riesgo que irrumpe con más fuerza.
¿A qué tipos de riesgos se enfrenta la política?
Estamos viendo cómo está creciendo mucho el riesgo de que algunas decisiones políticas tengan un efecto negativo en la economía global. Particularmente, en lo que tiene que ver con las cuestiones de comercio internacional, veníamos de una etapa de mayor alineación de intereses que la dirección en la que parece nos dirigimos.
Aquí tienen un peso muy importante el papel de los populismos y el resurgir de los nacionalismos a la hora de aumentar el riesgo económico. En el momento en que los estados pasan a adoptar pensamientos más nacionales e individuales, aumenta el riesgo de no tomar las mejores decisiones para enfrentarse a problemas globales.
¿Cuáles son los principales riesgos en cuestiones medioambientales?
Esperamos que el clima sea cada vez sea más extremo. Esto no va a afectar a todo el planeta por igual. Dependiendo de la parte del mundo en la que nos fijemos vamos a sufrir olas de frío más fuertes, sequías más acentuadas… En países como España esto tendrá un efecto fuerte y directo en la agricultura, por ejemplo. También tendremos que enfrentarnos a riesgos importantes como la subida del nivel del mar. Del mismo modo, contamos con informes que nos indican que hay especies animales que se están extinguiendo a gran velocidad. Sin ir más lejos, muchos seres involucrados en la polinización están actualmente en riesgo, lo que puede tener un efecto muy importante para muchos ecosistemas además de su consiguiente impacto económico.
¿Pueden estas cuestiones afectar a negocios como el turismo?
Al tener tanto peso el reto medioambiental en el futuro próximo, el sector del transporte va a tener que evolucionar la tecnología lo más rápido posible. Ante el reto del cambio climático, el turismo y la industria del transporte en general van a tener que ser mucho más sostenibles de lo que lo son actualmente. Hay que poner el dinero a trabajar para mejorar la eficiencia del transporte.
Otro de los factores más importantes a día de hoy es la velocidad a la que evoluciona la tecnología, ¿Qué podemos esperar en este campo?
Es importante resaltar que la evolución de tecnologías como el 5G o el Internet de las cosas ante todo es una gran oportunidad. En el lado de los riesgos, cuanto más conectados estemos nosotros y nuestros dispositivos más expuestas estarán la sociedad y las empresas a ataques tanto en lo que tiene que ver con virus informáticos o hackeos de datos. En el campo de los negocios, los ciberriesgos ocupan el primer lugar en la preocupación de potenciales retos.
¿Cómo puede preparase una empresa ante los ciberataques?
En este aspecto va a jugar un papel clave la cultura corporativa. Las empresas van a tener que tomar decisiones para hacer frente al riesgo de los ciberataques. Tenemos que entender cuál es nuestra información más crítica, nuestros procesos clave y protegerlos en consecuencia. Para esto va a ser muy importante adelantarse, ir un paso por delante.
Ante el reto del cambio climático, el turismo y la industria del transporte en general van a tener que ser mucho más sostenibles de lo que lo son actualmente
No vale sólo con tener un seguro que cubra este riesgo. Hay que entender lo que puede suponer una interrupción del negocio, el riesgo reputacional y otras consecuencias para el negocio de las empresas que sufran un ataque de este tipo.
Otro fenómeno al que hace unos años no prestábamos atención pero hoy está muy presente son las denominadas 'fake news'.
La mejor forma de hacer frente a las fake news es que los ciudadanos tengan un pensamiento crítico que les permita discernir que es verdadero y que es falso. Esto afecta directamente a la educación y es vital realizar iniciativas desde muy temprano. Es en ese punto, como sociedad tenemos que ser capaces de formar el pensamiento crítico de los jóvenes. Nunca hemos estado tan expuestos a tanta información. Como sociedad tenemos que ayudar a la gente a contar con las aptitudes para hacer frente a este tipo de informaciones.
¿Pueden golpear las 'fake news' al negocio de gigantes de Internet como Facebook o Google?
Ahora vemos que muchos modelos de negocio dependen de las interacciones y de generar clicks. La gran oportunidad de negocio la van a tener los medios y las plataformas que apuesten por tener contenido verdadero y de calidad. Esto va a hacer que esos medios tengan un futuro económico mejor que los medios que opten por otro tipo de contenido.
¿Cómo van a afectar todos estos cambios a la industria del seguro?
La transformación de la industria del seguro está siendo muy grande en los últimos años. En sectores como el del automóvil, a medida que los coches pasen de la era de los combustibles fósiles a la electrificación, vamos a ver cambios muy importantes en el segmento de los seguros de auto. Esto va a cambiar la naturaleza de los productos que proveemos las aseguradoras.
En el momento en que pasemos a la siguiente etapa, la de la conducción autónoma, el cambio aún será más profundo. El seguro ya no estará tan centrado en el conductor y afectará al fabricante del coche o a la empresa que cree el software de conducción. La industria del seguro va a jugar un papel clave en cambios tan profundos como los que va a vivir la industria del automóvil. Esto hace que, cada vez, deberemos ofrecer más servicios y más completos.
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