Hay un nuevo jugador en la partida eléctrica, se llama ACS y tiene mucho hambre. La compañía presidida por Florentino Pérez ha anunciado la creación de Eleia su compañía comercializadora de luz.
La nueva filial de ACS venderá la electricidad que produzca Zero-E, empresa que agrupará todos los activos renovables que ya tiene el grupo y que está estudiando sacar a bolsa, con el fin de aprovechar "el importante crecimiento y cuota de mercado" alcanzado por este tipo de compañías.
La compañía pretende conseguir en cinco años 100.000 clientes particulares, 50.000 pequeñas empresas y 100 grandes clientes. De cumplirse estos objetivos la compañía añadirá una facturación anual de 1.200 millones de euros a sus cuentas y entrará dentro de las 10 comercializadoras más importantes del mercado.
Esta decisión se enmarca en la misma dirección que la creación de Zero-E. Según ACS el objetivo de esta empresa es convertirse en un "referente global en el desarrollo de infraestructuras sostenibles".
Zero-E contará con todos los activos renovables que ya tiene la compañía, canalizará la construcción de la "importante cartera de proyectos" con que cuenta y, además, buscará otras oportunidades.
Una primera valoración de este negocio sitúa su valor en los 2.000 millones de euros. Según ACS, "esta iniciativa pretende facilitar el desarrollo de proyectos de energía en condiciones de precio muy competitivas, contribuyendo de esta manera a la reducción de emisiones en línea con los objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda Global 2030".
Regreso a las renovables en el momento justo
Según las proyecciones de ACS estima que Zero-E sumará una cartera de activos de 4.500 megavatios de potencia en 2022, tanto en España con el exterior. El grupo de construcción y servicios regresa a las renovables cinco años después de que en 2014 constituyera Saeta, firma con la que entonces agrupó y sacó a Bolsa la cartera de activos de generación de energía limpia que tenía entonces y que vendió el pasado año.
La clave para esta operación se encuentra en el contexto tecnológico. España y el mundo caminan hacia un mundo donde los combustibles fósiles darán paso a la electrificación. Del mismo modo, va a ser clave que en esa revolución la energía se produzca limitando las emisiones de gases contaminantes.
Los proyectos de ACS juntan ambas partes en la producción y en el consumo. El tempo de la operación y las capacidades parecen cumplir con los requisitos necesarios. Ahora llega el momento de ver si son capaces de ejecutar un plan muy ambicioso y con unos tiempos vertiginosos.