El fabricante de automóviles Nissan ha revisado a la baja, con un recorte del 22,2% sobre su estimación anterior, su previsión de resultados para el conjunto del año fiscal 2018-2019 (de abril de 2018 a marzo de 2019), a raíz del impacto que está experimentando su negocio por el caso del expresidente Carlos Ghosn, según informó la empresa.
La multinacional japonesa contempla ahora cerrar el ejercicio fiscal con un beneficio neto de 2.531 millones de euros, en comparación con los 3.253 millones de euros que preveía ganar con anterioridad.
Nissan, que presentará el 14 de mayo sus resultados anuales definitivos, subrayó que este 'profit warning' se produce con motivo del "ambiente operativo adverso" al que se enfrentó en el último trimestre y por el impacto sobre sus ventas de los asuntos corporativos vinculados con el caso Ghosn.
La firma automovilística apuntó, a su vez, que sus resultados anuales también se vieron afectados de forma negativa por los gastos adicionales vinculados con la puesta en marcha de una campaña de extensión de garantía en relación con algunos vehículos comercializados en Estados Unidos.
Así, la empresa contempla cerrar el ejercicio fiscal con unos ingresos de 93.285 millones de euros, un 0,2% menos, mientras que su beneficio operativo será de 2.523 millones de euros, un 29,3% menos.
Denuncia adicional
Este anuncio por la parte de la corporación nipona se produce en la misma semana en la que comunicó que había presentado una denuncia criminal adicional contra el expresidente Carlos Ghosn en relación con un "abuso de confianza con agravantes" bajo la legislación del país.
"Nissan puso la denuncia después de determinar que pagos realizados por Nissan a una compañía de ventas de fuera de Japón a través de una filial estaban de hecho dirigidos por Ghosn para su enriquecimiento personal y no eran necesarios desde un punto de vista de negocio", aseguró la corporación.
La entidad calificó dicha conducta de "completamente inaceptable", por lo que reclamó que se impongan los estrictos castigos penales apropiados. Además, aseguró que se toma esta situación "muy en serio" y volvió a disculparse por las preocupaciones causadas a sus accionistas.
El directivo fue detenido por segunda vez el pasado 4 de abril por nuevos cargos que apuntan a que el que también fuera presidente de Renault y de Mitsubishi supuestamente había intentado enriquecerse a costa de su posición como máximo responsable en Nissan.
Ghosn, que fue detenido por prima vez el 19 de noviembre de 2018, se enfrenta a cargos por supuestos delitos fiscales con agravante de ruptura de confianza, al haber reportado supuestamente durante casi diez años una remuneración menor de la recibida en realidad, con una diferencia de unos 82 millones de dólares (72,5 millones de euros).