Telefónica acelera la convergencia: el 90% de sus paquetes Fusión ya tienen televisión
La apuesta de Movistar+ por los contenidos audiovisuales se transforma en el verdadero catalizador del principal producto comercial de la operadora.
24 abril, 2019 05:59Noticias relacionadas
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Movistar está cada vez más cerca de tener el mismo número de clientes de televisión que de Fusión, su producto estrella. Los últimos datos reportados por la operadora -y confirmados hace unos días por la CNMC- indican que a cierre del año 2018 la compañía tenía casi 4,1 millones de usuarios de tele por los 4,6 millones de clientes convergentes, esto es, un 88,6% con televisión.
Estas mismas cifras confirman que el crecimiento de la televisión de Movistar se ha acelerado en los dos últimos años, al mismo tiempo que ha impulsado la contratación de paquetes convergentes. Al cerrar marzo de 2017, la operadora tenía 3,6 millones de abonados en Movistar+ y 4,3 millones de clientes Fusión, un 82,5% con tele.
De esta manera, en los últimos ocho trimestres la televisión ha ganado 475.000 abonados y los convergentes 234.000 nuevos clientes. Mientras más crece la televisión, más abonados convergentes llegan a Telefónica o, dicho de otra manera, buena parte de los nuevos clientes llegan gracias al tirón de la televisión, en especial durante el último año.
Si se mantiene esta proporción y la curva de crecimiento, lo más probable es que durante este año el 90% de los paquetes convergentes ya tengan televisión. Todo ello de la mano de la fuerte apuesta de la compañía por los derechos deportivos, de la producción propia y de los acuerdos con otras operadoras como Netflix.
Antídoto a la guerra del bajo coste
Los números indican que, desde que Telefónica emite la Champions League en propiedad, ha ganado 156.400 altas de televisión -entre julio y diciembre de 2018- y 131.700 en algún paquete Fusión. Del mismo modo, la compañía indicó a finales del año pasado que el 35% de las nuevas altas de paquetes convergentes incluían Netflix.
Al tener una equivalencia de convergentes y de servicios de televisión, Telefónica consigue ‘atrapar’ clientes de alto valor con un potencial de crecimiento importante ofreciéndole más servicios y canales premium. Un cliente puede empezar por un paquete básico con canales TDT o alguno de pago como Fox o AXN, pero ya tiene instalada la plataforma para habilitar en el futuro derechos del fútbol, Cine, Series, Motor o Netflix.
Por otro lado, la televisión arrastra todo el resto de servicios de la operadora. Movistar+ es la guinda del pastel tras unificar fijo, móviles, datos, internet en hogar y el fin del camino del cliente. Tener televisión, por tanto, es tener un cliente de alto valor dispuesto a seguir pagando por calidad y aumentando el ingreso por abonado, el gran objetivo de Telefónica en medio de la guerra por el bajo coste que están librando sus competidores.
Una situación que parecía casi imposible en 2012, cuando Luis Miguel Gilpérez, por entonces presidente de Telefónica España, decidió comercializar todos los productos residenciales de la operadora en un solo paquete y para ello dibujó un futuro en el que la televisión sería la protagonista. Una estrategia que generó controversia, en especial porque las anteriores experiencias de la operadora en televisión con Vía Digital e Imagenio, no había sido satisfactorias.
De Imagenio a Movistar+
Precisamente la gran batalla comercial de Telefónica desde 2012 ha sido convencer a sus clientes de que podían tener televisión en la misma factura, además con el handicap de que España era uno de los países con la menor penetración de la tele de pago de toda Europa.
Telefónica lanzó en 2005 Imagenio con un paquete reducido de canales y ningún gran evento deportivo o contenido de cine o series. Consciente de sus limitaciones, en mayo de 2013 -y ya con Fusión operando- decidió relanzarla bajo el nombre de Movistar TV. Al finalizar 2012, Telefónica tenía 909.000 abonados a su televisión de pago y en 2013 tenía 828.000.
El primer golpe de efecto vendría en febrero de 2014 con la adquisición de los derechos para el pago de la Fórmula 1 y MotoGP. Una verdadera declaración de intenciones ya que hasta ese momento estos dos megaeventos solo habían sido emitidos en España por la televisión en abierto. De la mano de estos contenidos, Telefónica comenzó a formar sus propios equipos de retransmisiones deportivas. Al cerrar 2014, los abonados de televisión llegaron a 1.884.700 por los 3.716.000 de Fusión, solo el 50% con tele.
El segundo gran hito en la historia de la televisión de Telefónica vendría tras la compra de Digital+ a mediados de 2015 y con ello llegaría la revolución. Nacía Movistar+ y con ello la apuesta por la producción propia, la adquisición de series y cine de estreno y la puesta en marcha de canales propios como #0 y posteriormente #Vamos. Al cerrar 2015 los abonados heredados de Digital+ llevaron los clientes de televisión hasta los 3,6 millones.