Tesla volvió a defraudar a inversores y analistas al informar hoy de unas pérdidas en el primer trimestre del año de 702 millones de dólares, superiores a lo previsto, y solo un 1% inferiores a las que tuvo en el mismo periodo de 2018.
Pese a que la propia Tesla y los analistas ya sabían que los resultados del trimestre serían malos desde que el 4 de abril anunció que solo había entregado 63.000 vehículos en este periodo, en vez de los 76.000 previstos, las pérdidas anunciadas por el fabricante de vehículos eléctricos de lujo superaron las expectativas.
Los 702 millones de dólares suponen una pérdida de 4,1 dólares por acción frente a los 1,8 dólares por título que habían previsto los mercados.
Y aunque los ingresos se situaron en 4.541 millones de dólares, un 33% más que hace un año, el incremento fue insuficiente porque el pronóstico era de que la cifra fuese de alrededor de 5.200 millones de dólares.
Los gastos operativos aumentaron un 3%, a 1.087 millones de dólares, mientras que la empresa registró unas pérdidas de operaciones de 521,8 millones de dólares.
En cuanto a liquidez, la compañía concluyó los tres primeros meses del año con 2.198 millones de dólares en líquido y equivalentes, un 18% menos que hace un año y un 40% inferior a la situación al final del cuarto trimestre de 2018.
Tesla explicó en un comunicado que esta reducción de la liquidez es fruto del pago de 920 millones de dólares de bonos y de "un aumento del número de vehículos en tránsito a los compradores a finales del primer trimestre".
Además, las operaciones de Tesla consumieron 640 millones de efectivo durante el periodo.
A pesar de los malos resultados, el fundador de la compañía, Elon Musk, y sus principales ejecutivos intentaron minimizar la importancia del trimestre durante una conferencia telefónica con analistas y medios de comunicación tras la publicación de los resultados.
"El pasado trimestre disfrutamos de un masivo aumento del volumen de entregas en Europa, similar al que Norteamérica experimentó el año pasado, así como un masivo aumento de las entregas en China", declaró Musk.
A pesar de las palabras optimistas de Musk y de su director financiero, Zach Kirkhorn, los analistas mostraron su escepticismo sobre los planes de Tesla, especialmente, los referidos a la estrategia de comercialización del Model 3, el vehículo que se ha convertido en la principal baza del fabricante.
Cuando Musk anunció el Model 3, lo vendió al público como un modelo que acabaría popularizando los vehículos eléctricos entre el consumidor medio, porque su precio se situaría en 35.000 dólares, una cifra que compite con automóviles de combustión, frente a los 100.000 dólares de los Model S y X.
POR DEBAJO DE LAS PREVISIONES DE VENTAS
Pero Tesla solo ha comercializado brevemente un Model 3 al precio de 35.000 dólares: Kirkhorn reconoció hoy que el precio medio de venta del vehículo en Norteamérica es de 50.000 dólares, casi un 43% más que lo inicialmente anunciado.
Los vaivenes de Tesla con la estrategia del Model 3 preocupan a los analistas que hoy cuestionaron a Musk sobre precios y las cifras reales de pedidos que el fabricante está recibiendo.
Y si inicialmente Tesla no tuvo problemas durante meses para publicitar la inmensa demanda inicial del Model 3, a 35.000 dólares por unidad, Musk se negó a dar datos específicos por considerarlos engañosos.
"Vemos una fuerte demanda por los vehículos, tanto los modelos S y X como el 3", se limitó a explicar Musk, quien añadió que parte de la razón de la menor demanda en el primer trimestre es que "a la gente no le gusta comprar vehículos en el invierno".
Tesla también informó de que durante este periodo Tesla produjo 62.975 unidades del Model 3, un 3% más que en el último trimestre de 2018, un incremento que la propia compañía calificó de "modesto" y achacó a "cambios en el proceso de producción para la introducción de nuevas variantes" del vehículo.
Además, la empresa produjo 14.163 unidades de los Model S y Model X, un 43% menos que en el último trimestre de 2018.