El Banco de España insistió a Bancaja en buscar una integración que incluyera ayudas públicas porque no la veían capaz de superar la crisis dada su estructura financiera, centrada en la financiación en el mercado mayorista, y su exposición a la burbuja inmobiliaria, con un 24% de riesgo promotor, pero esta entidad se resistió hasta en dos ocasiones.
Según ha señalado el que fuera director general de Supervisión, Jerónimo Martínez Tello, durante su declaración como testigo ante la Audiencia Nacional en el jucio por la salida a Bolsa de Bankia, pese a estas recomendaciones, el presidente de Bancaja, José Luis Olivas, se resistió hasta en dos ocasiones a un proceso de integración.
Martínez Tello ha señalado que la inspección del Banco de España detectó que a esta entidad le iba a "costar un tremendo esfuerzo" superar la crisis, pero que no fue hasta que intervino el propio gobernador por entonces, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, cuando Olivas aceptó esta posibilidad.
Martínez Tello ha señalado que el Banco de España llegó a sugerir una operación con Caja Madrid, que no iba a poder alcanzar las condiciones mínimas para la reescructuración en la operación que proyectaba entonces. Según ha comentado, la entidad que iba a resultar de la operación que estaba preparando no llegaba a los umbrales mínimos (un 25% superior a la entidad dominante).
De hecho, Martínez Tello ha señalado que esta situación fue advertida al propio Rato por parte del Banco de España, y le sugirieron que buscara "algo" para que la entidad resultante fuera de mayor tamaño.
"La decisión era de las entidades"
En todo caso, Martínez Tello ha recalcado que la integración fue una decisión de las entidades, no del Banco de España. "La decisión era de las entidades", ha subrayado, incidiendo que "se rompieron muchísimos procesos que estaban en marcha" y que al final las cajas que se unieron "por 'motu proprio' o por los intereses que fueran, se juntan con Caja Madrid".
Respecto al papel que jugaba Olivas dentro de Bancaja y el Banco de Valencia, Martínez Tello ha señalado que para el Banco de España "era el representante de la entidad". "Hablábamos con Olivas porque entendíamos que era el con el que teníamos que hablar", ha dicho, ante las preguntas de la fiscal Carmen Launa, que ha recordado que Olivas reiteraba que no era ejecutivo en estas entidades.
"No puedo decir cuánto mando en plaza tenía. Para nosotros lo tenía", ha dicho, asegurando que "no había límite en la información" que se transmitía sobre las entidades en sus comunicaciones con él que esto se hacía "sin ningún tipo de problema".
No veían en olivas "un profesional de primera línea"
Asimismo, ha informado en su declaración que no vieron "razonable" que fuera el propio Olivas el que, tras la integración de la que resultó Bankia, estuviera a cargo de las responsabilidades de auditoría o de los negocios inmobiliarios.
Sin embargo, ha aclarado que no fue porque Olivas fuera responsable de Bancaja, entidad especialmente expuesta a la burbuja inmobiliaria, sino porque no le consideraban un profesional "de primera línea". "Para nosotros, no se daba esa condición en el señor Olivas", ha dicho.